Andalucía, el Triangulo de Oro, Granada

Se dice que Granada se sueña antes de conocerla…

Los Reyes Católicos concluyeron aquí la Reconquista y erigieron en la ciudad baja el símbolo de su victoria. Granada está a los pies de la Sierra Nevada, donde se elevan las tres colinas que acogen esta joya mágica. Granada es una de estas ciudades que se pasean sin rumbo fijo, disfrutando de las vistas inolvidables que surgen aquí y allá, recorridos interminables por callecitas y rincones. Barrios llenos de pasado árabe. Y ahí siempre la roja Alhambra que disfruta de una vista impresionante de la ciudad.

  

Granada no es sólo una ciudad museo, de escritores y poetas, es también una ciudad joven y universitaria con una vida intensa. Sus bares con sus ricas tapas están llenos hasta muy tarde.



Los baños en los Hamman (baños árabes) son inolvidables, donde flotas en aguas calientes en la casi oscuridad.

La visita a la Alhambra te lleva tranquilamente un día. Después del bonito recorrido de subida a la gran fortaleza y una interminable cola para entrar, al final conseguimos acceder. Es aconsejable comprar los billetes con antelación.


El recorrido en el interior de la Alhambra está bien marcado. Primero el Generalife, luego el Palacio de Carlos V, los Palacios Nazaríes, los Jardines y el Alcazaba.

Pasear por la Alhambra es como recorrer varias épocas históricas, cada una con su estilo arquitectónico.





Para mi gusto, lo más sorprendente fueron los Palacios Nazaríes. Las decoraciones que usaban los antiguos reyes árabes son hermosísimas, delicadas, parece que estás en estos palacios de los cuentos de las Mil y una Noches. Muy impresionantes también los juegos de luces y sombras, y la sensación de ligereza que dan las construcciones. Creo que es lo más bonito de la Alhambra.







El resto de los edificios son construcciones arquitectónicas muy normales para su época. Sinceramente he visto castillos muchos más bonitos.


Eso sí, las vistas desde la Alhambra son impresionantes, se domina todo el valle y la ciudad.

Granada está dividida por barrios bastante diferentes uno del otro. Uno de los más famosos es el barrio del Sacromonte, el barrio de los gitanos. Desde aquí se puede disfrutar de una espectacular vista de la Alhambra y escuchar música flamenca.

Otro barrio muy característico y que te lleva a otros lugares, es el Barrio Moro. Recorriendo estas calles estrechas y llenas de tiendas moras te parece estar en Marrakech.


Lo bonito de Granada es la unión, que aún se puede respirar, entre la cultura mora y la cristiana.

1 comentario:

  1. Hola Diego, estaba leyendo tu diario del Transiberiano en la web losviajeros.com y he saltado a tu blog.

    Queria darte la enhorabuena por tus relatos, y hacer una pequeña puntualización sobre esta entrada de Granada. Lo que llamas Barrio Moro es en realidad la Alcaicería.

    Un Saludo

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