Hampi la ciudad Templo, India. Vuelta al Mundo

Etapa 8
Llegamos a Hampi a primera hora de la tarde. La llegada fue una sorpresa…
Desde el tuc-tuc empezamos a ver una serie de ruinas y templos,,, y cada vez había más.
Pasamos por una especie de barrera y entramos en el Parque Arqueológico de Hampi, patrimonio de la humanidad.



La sorpresa fue que el pequeño pueblo de Hampi estaba dentro del parque arqueológico, al lado del río… Estábamos rodeados de templos. Era como estar viviendo en la antigua ciudad de Hampi.


El pueblo de Hampi es un pueblo de Guest Houses, pequeñas tiendas para turistas y restaurantes. Han convertido el pueblo en un centro para turistas. Aquí conseguimos cruzarnos no solo con el turismo local, sino también turismo extranjero.
Las Guest Houses son muy sencillas, casas de indios convertidas en habitaciones para turistas.
Los restaurantes adaptaron la cocina india a una más internacional, con sabores más suaves y productos europeos. Aunque siempre conservando la suya propia.
Pudimos comer musli, porridge, pasta, sándwiches,,,, una alegría…
La cocina india ya después de tres semanas de viaje empieza a cansarme con todos sus platos picantes y con demasiadas salsas….



Hampi es un pueblo muy tranquilo. La gente es amable y serena. Hay animales paseando por el pueblo,,, monos que saltan de una casa a otra,,, y que intentan entrar en las casas a robar comida o lo que encuentran. 


Antes del atardecer las señoras dibujan mandalas de buena suerte delante de las puertas de las casas y negocios,,, todo es muy tranquilo y armónico.


Hampi está dividido en dos zonas, la que accede directamente a todos los templos, que es el pueblo, y la zona por el otro lado del río. El otro lado es una zona más para turistas, son más bien cabañas o bungalows,,, al parecer un turismo más hippie, alternativo…. Pero para visitar los templos tienes que cruzar el río con un barquito.
Aquí en Hampi nos quedamos 5 días en la paz y tranquilidad de las hermosas montañas con rocas que parecen de cartón piedra, las plantaciones de plátanos y cultivos varios y el hermoso y relajante río.




Realmente las ruinas-templo se pueden ver en un par de días, pero vale la pena pasar un tiempo y tomarse un buen descanso aquí. A mí me ha sentado muy bien.



Hampi es conocida también como Ciudad de la Victoria, fue capital del Imperio Vijayanagara de 1336 a 1565 y ocupa un área de 26km cuadrados.
Los viajeros extranjeros que visitaban la ciudad la describían como una ciudad grandiosa, hermosa, y que no habían visto nada parecido en el mundo. Decían que el monarca era perfecto en todas sus cosas.




El centro de Hampi tiene unos 350 templos. Existen también fortificaciones, establos, esculturas, pinturas, palacios, jardines, mercados y un sofisticado centro de irrigación.



En 1565 los sultanes cercanos, alarmados por el crecimiento y el poder del imperio de Vijayanagara se aliaron y lo derrotaron ocupando la ciudad.


Nosotros en estos días en Hampi fuimos paseando por las diferentes zonas de templos.
Hay varios complejos de ruinas que ver. A las que están un poco más lejos se puede ir sin esfuerzo en bicicleta, es un agradable paseo por los campos,,, hasta llegar al aglomerado de los templos.






Luego está la más espectacular zona de templos cerca del río.
Es un agradable paseo que te lleva atrás en el tiempo y de alguna forma puedes intuir y respirar la prosperidad y belleza de lo que había en este lugar antaño.





Se puede pasear también cerca del río y así ver la vida real de la gente de Hampi,,, pastores, buscadores de piedras, pescadores, gente que se lava, etc.





Me llamó la atención la prohibición de baño por la existencia de cocodrilos.


Se puede cruzar al otro lado del río con un barco local por 10Rp (aprox. 0,13€).
Al otro lado del río abundan las plantaciones y cultivos.



Hay un bonito paseo que te lleva al Templo de Hanuman, o Monkey Temple, dedicado al dios Mono.
Para llegar hay que subir unos 600 escalones,,, arriba puedes disfrutar de unas fantásticas vistas de Hampi.




También aprovechamos uno de los días para ir a ver el amanecer desde lo alto de una pequeña montaña con vistas al complejo de los templos. Es un paseo tranquilo, el problema es la perenne bruma que hay aquí en la India que no te deja disfrutar de una visión limpia del paisaje.



Pero al final lo bueno se acaba,,, y el viaje tiene que seguir.
A las 9.00h de la noche del quinto día cogimos el tren que en 12 horas nos llevó hasta nuestra siguiente meta, Mysore, la ciudad del yoga Ashtanga y la meditación. El tren en Sleeper class costó 600Rp (aprox. 7.75€). Nos salió más caro de lo previsto porque en el periodo de navidad los trenes están llenos y tuvimos que recurrir a una agencia para que nos consiguieran un billete.

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3 comentarios:

  1. Muy buena tu ruta turística y, como siempre, tus fotos son maravillosas. Que sigas disfrutando de buenas jornadas de viaje y fotografía. Desde Gran Canaria, sigo tu cuaderno de bitácora. Un fuerte abrazo, Mónica.

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