Etapa 9
Por la mañana llegamos a Mysore y como siempre un tuc tuc
nos llevó a lo que sería nuestra nueva casa durante el periodo de Navidad. En
Mysore íbamos a pasar las fiestas.
Nos esperábamos una ciudad tranquila como Hampi, con
jardines, tranquilidad, centros de yoga, paz y serenidad…. Pero,,,, la
realidad fue otra… volvimos otra vez a la India autentica.
Nos quedamos en el teórico centro de la ciudad, cerca del
Palacio Real de Mysore.
Desde aquí nos pudimos mover caminando para visitar la ciudad.
Probablemente después de la paz de Hampi todo nos parecía
caótico…
Y Mysore nos pareció la ciudad más caótica en la que
habíamos estado.
Las calles medio rotas, el tráfico de coches, el ruido
por las calles, el polvo en el aire, gente por todas partes, los tuc tuc
empeñados en llevarte a cualquier lado…
Nos costó encontrar lugares locales con un mínimo de
condición para comer, y no había forma de comer no picante o poco picante. Los
primeros días nos costó un poco adaptarnos a Mysore, pero luego conseguimos
reconciliarnos con el lugar y abrirnos nuestro rincón de paz en esta caótica
ciudad.
Fuimos a visitar el Palacio Real de Mysore, uno de los
monumentos más visitados de toda la India. Entrada 200Rp (aprox. 2.64€).
Es la residencia del Maharajá de Mysore. El lugar estaba
lleno de turistas indios, casi no se podía caminar. Para entrar hay que
quitarse los zapatos.
En el interior se pueden ver varias salas con unas
impresionantes decoraciones. En su interior no te permiten sacar fotos.
Una
curiosidad del palacio es que en la grandiosa sala prostitucional el maharajá
se acostaba con toda mujer que quisiera, pero llevando ella los preservativos.
La visita fue un poco agobiante por la cantidad de gente
que había. Estabas en una cola y te empujaban para seguir adelante.
Cerca del Palacio está el famoso mercado Devaraja de
Mysore. Famoso por sus esencias e inciensos, sobre todo el Sándalo.
El mercado nos encantó. Lleno de frutas, verduras,
flores, colores, gente, y puestos de inciensos y aceites esenciales. Fue como
respirar de nuevo.
Nos paramos en un puestito de aceites esenciales. Un
chico muy amable nos atendió y le compramos uno… 200Rp (aprox. 2.64€) por 15ml
de puro aceite.
Luego pasamos un buen rato paseando por el colorido y animado
mercado.
Otro lugar interesante para salir de la caótica Mysore es
dar un paseo por el lago.
Es un enorme parque con lago donde se ven incluso indios
haciendo joggin.
Aquí nos pudimos aislar del ruido de la ciudad y conseguimos entrar en contacto con gente que hacía yoga. Mysore es la ciudad del yoga, pero no es fácil encontrar escuelas, y la mayoría ofrecen cursos de formación para profesores.
Otra atracción de la ciudad es la iglesia de Santa
Philomena…
Y para terminar fuimos a ver el Templo de Chamundi.
Para
llegar se puede coger un bus que te lleva a la cima de la montaña, y luego
puedes bajar hasta Mysore por los más de mil escalones.
Interesante pero no imprescindible.
Mysore es una ciudad que de haber sabido lo que ofrece
no hubiera ido. No pudimos irnos antes porque ya teníamos los billetes de tren comprados,
y en las fechas de Navidad es más difícil moverse.
Para ir a Fort Kochin tuvimos que pasar por Bangalore, allí estuvimos parte del día, para luego coger un tren nocturno en Sleepper Class hasta Ernakulam. Coste del viaje 590Rp (aprox. 7,80€). Desde allí un tuc tuc nos llevó hasta Fort Kochin por 200Rp (aprox. 2.64€).
Hampi << >> Fort Kochi
Amé las fotografías!
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