Argentina, las Salinas Grandes y el Cerro de Siete Colores

Etapa 7

Despertamos a las 6:00 de la mañana, para empezar nuestra primera excursión de la zona. Ruta hacia las Salinas Grandes y la montaña de los siete colores.

Empezamos por ver y recorrer la antigua ruta del Tren de las Nubes. Un tren que servía para transportar minerales y productos hasta Chile. La peculiaridad del tren es que para subir hasta una altura de 3000 metros tenía que recorrer un camino en zigzag. En la actualidad el tren no está funcionando, aunque dicen que lo volverán a poner en marcha, sobre todo para los turistas.

La zona es desértica, no llueve casi nunca. Es una zona de cactus gigantes, algunos llegan a una edad de más de 400 años.

A lo largo del camino cruzamos la línea del Trópico de Capricornio señalizado por una piedra en la carretera.

Al final del recorrido llegamos hasta el pueblito de San Antonio de los Cobres, un pueblo perdido en las montañas. Las casa son de tierra, y la pobreza reina aquí.

Toda esta zona es de montañas muy altas, llegamos a pasar por puntos de más de 4200 metros de altura. La sensación era rara, la altura se notaba, sobre todo por la falta de aire. Después de pocos pasos tenías la sensación de haber corrido kilómetros.

Fuimos a almorzar a una granja cerca de San Antonio. Era un sitio curioso, construido con materiales típicos de la zona como el barro y madera de cactus. Aquí nos dieron la comida típica del lugar, carne y papas hervidas, comida muy pobre.

Después de almorzar nos dirigimos hacia las Salinas Grandes.

Al aproximarnos vimos varias manadas de vicuñas pastar por la zona. La vicuña es un camélido, parecido a la llama, que vive en los altiplanos andinos. Es una especie protegida, su lana es una de las más prestigiosas y de mucho valor.

Las salinas son un lago de sal de 50 x 25 km y están a una altitud de 3450 metros sobre el nivel del mar. Son impresionantes, parece un glaciar enorme y totalmente plano. Aquí el sol es muy fuerte y el reflejo de la sal puede quemarte. La gente que trabaja aquí es muy pobre, viven de la sal que sacan durante el año. Están con la piel quemada del sol y hasta pueden quedarse ciegos.

Después de las Salinas Grandes nos dirigimos hacia Purmamarca, allí estaba el Cerro de los Siete Colores.

Para llegar hasta Purmamarca subimos hasta los 4180 metros de altura, para luego bajar de 2000 metros en solo 37 km de carretera. La bajada fue muy rápida y hasta las botellas de agua, en plástico, se aplastaron por la diferencia de presión atmosférica. 

El cerro de los siete colores es una montaña que tiene una peculiar historia geológica y el resultado es una increíble secuencia de colores en las rocas.

Después de tomarnos un té calentito y descansar de tantas horas de coche, volvimos hacia Salta. La excursión duró más de 14 horas, estábamos agotados. Además al día siguiente teníamos otra.

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