Argentina, la Garganta del Diablo y Cafayate

Etapa 8
Otro día el despertador nos despertó temprano… Nos levantamos con pocas ganas, muchas excursiones seguidas. Pero hay que aprovechar el tiempo lo más que se pueda.
Hoy la meta era el Cafayate.


Las montañas seguían teniendo colores impresionantes, con fuertes rojos y además las rocas tenían formas increíbles.
Esta ruta pasa por la Quebrada de las Conchas. Esta zona era un mar que después del crecimiento de los andes se secó. Es una zona muy rica en fósiles por lo que es fácil encontrar conchas de mar en la tierra.


La primera parada la hicimos en la Garganta del Diablo. La verdad es que en todas partes parece que hay una garganta del diablo.
La garganta del diablo es una apertura en la roca, enorme, erosionada por una cascada hace miles de años. Es bastante impresionante por su altura y conformación rocosa. Tuvimos que trepar un poco para llegar hasta el fondo.

Seguimos después hacia el pequeño pueblo de Cafayate, un pueblo bonito y chiquitito. Aquí nos paramos a almorzar.
Esta es una zona de buena producción de vinos y aprovechamos para visitar varias bodegas. Pudimos entrar en una de ellas donde nos explicaron como funcionaba su producción, y también aprovechamos para probar algun vino. Estaba bastante bueno.


Empezamos después el camino de vuelta, el tiempo estaba cambiando y ya no hacia sol.
Volviendo nos paramos en una gruta llamada el Auditórium. Es otro de estos sitios impresionantes que se pueden encontrar en esta zona.

El Auditórium está excavado por agua y viento. Se llama así porque cuando estás dentro y te pones a cantar, el sonido es parecido al que se puede escuchar en un auditorio.

La parte más emocionante de esta ruta fue cuando entramos. Allí nos encontramos con uno de los mejores grupos de voces blancas de Argentina. Estaban ensayando. Fue increíble cómo se podían escuchar los juegos de voces de este grupo. Fue una suerte increíble encontrarnos con ellos.
Por desgracia no pudimos quedarnos mucho tiempo.

A la vuelta preparamos nuestras mochilas para encaminarnos hacia otra locura.
Cogimos un colectivo, después de otro día entero de excursión, para dirigirnos hacia San Juan.
Nos esperaba un viaje de 15 horas. Viajamos por la noche esperando descansar un poco.

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