En este viaje de sólo unos 15 días decidimos ir a buscar el sol de medianoche.
Llegamos a la capital Noruega, Oslo, luego empezamos el recorrido del país hacia el profundo norte hasta llegar a las agrestes tierras de las islas Lofoten en el Círculo Polar Ártico. Nos faltó tiempo para llegar hasta Tromso y Cabo Norte. Será para otra vez.
Oslo es una ciudad pequeña comparada con las otras capitales europeas.
Desde el aeropuerto cogimos un tren que nos llevó rápidamente en el centro de la ciudad.
Y caminado un poco por la tranquila capital llegamos a nuestro hotel.
Por la mañana, con el sol ya alto, en este periodo del año el sol está prácticamente todo el día, nos levantamos y percibimos un extraño silencio por la ciudad. Era lunes y no había movimiento por las calles… descubrimos que era día de fiesta y los noruegos se quedaron en casa a descansar…
El día lo pasamos paseando por la ciudad por las calles casi desiertas.
Es fácil moverse por las calles de Oslo. La ciudad es pequeña y puedes recorrerla tranquilamente caminado. Después de ver la zona del puerto, las varias plazas con los edificios más importantes, como el Palacio de Storting (Palacio del Parlamento Noruego), fuimos a coger un Ferry, que cruzando el Fiordo de Oslo, nos llevó al otro lado a visitar el Museo de Barcos Vikingos.
En este museo se pueden admirar los restos de antiguos barcos vikingos y los espectaculares trabajos de decoración, tallos, que tenían estos barcos. La visita no es muy larga.
Desde este lado del fiordo se puede volver a la ciudad con un bus.
Los medios de transporte de Oslo funcionan bastante bien.
Después del museo fuimos a visitar el Parque de Vigeland o Parque de Las Esculuras.
La mayor atracción del parque es el Monolito (Monolitten), un bloque único de granito de unos 17 metros de altura que está esculpido con 121 figuras humanas desnudas y entrelazadas.
Otro elemento atractivo de la ciudad de Oslo es la Fortaleza de Akershus.
Es una fortaleza construida en la Edad Media para defender la ciudad de los ataques. Tiene la fama de que nunca se conquistó. Se puede dar un agradable paseo en su interior. Además se puede apreciar una bonita vista al Fiordo de Oslo y a la ciudad desde los altos de sus muros.
Oslo no es muy grande y puedes recorrerla en un par de días.
Desde Oslo nos dirigimos hacia Bergen en tren haciendo el recorrido con la famosa compañía Norway in a Nutshell.
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