Etapa 5
Por la mañana temprano fuimos a la parada del bus en
Janjanbureh. Esta vez increíblemente el bus llegó puntual a las 7.30h. Era un
Green Bus Express, que iba directo a Banjul, un recorrido de unas 7/8 horas.
Nosotros pararíamos antes en Brikama Kombo, coste 210 Dalasi (aprox. 4.40€) y desde allí
intentaríamos llegar a la costa, a Sanyang Beach.
Para nuestra sorpresa el bus tenía aire acondicionado.
Es curioso el sistema que tienen para controlar los billetes… Primero pasa el vendedor y seguido pasa el revisor de billetes. Los dos se quedan en el bus durante el trayecto. Durante el recorrido hay varios check point de la policía. Nos ha pasado en dos ocasiones que subieran a controlar los documentos.
Es curioso el sistema que tienen para controlar los billetes… Primero pasa el vendedor y seguido pasa el revisor de billetes. Los dos se quedan en el bus durante el trayecto. Durante el recorrido hay varios check point de la policía. Nos ha pasado en dos ocasiones que subieran a controlar los documentos.
La carretera es bastante buena, asfaltada y el bus iba a
toda velocidad, parando de vez en cuando en pequeña aldeas. Los paisajes son
parecidos a los de la zona norte del país, aunque en el sur hay más aldeas. Después
de un par de horas de recorrido llegamos a Soma, una ciudad de transito
bastante importante, aquí pasa la carretera que va y viene de
Senegal. Paramos unos 20 minutos para comer algo.
Desde Soma llegamos a Brikama Kombo. En total el viaje
duró unas 5 horas y recorrimos unos 280 km. Llegamos sobre las 13.00h, mucho
antes de lo previsto. Aquí fuimos a buscar la estación de los Gelli-Gelli, los
minivans compartidos. Estaba cerca de donde nos dejó el bus.
La estación es muy caótica y para nosotros sin sentido
lógico,,, todo era igual, sin carteles y con un montón de gente gritando
nombres de lugares… Con la ayuda de un señor encontramos el Gelli-Gelli que
llevaba al pueblo de Sanyang, coste 13 Dalasi (aprox. 0.30€). Nos metieron como
sardinas en su interior. Sin aire acondicionado hacía mucho calor. En más de
media hora llegamos a Sanyang y desde allí cogimos un taxi compartido hasta
Sanyang Beach, coste 15 Dalasi (aprox. 0.30€).
Una vez llegados a la playa empezamos a recorrer los varios
Bungalows o Lodges, para buscar algo donde dormir. Finalmente declinamos por el Kajamor
Lodge Hotel, muy buena calidad precio y atención al cliente, además de estar un poco más
afuera de la zona más concurrida.
Estuvimos descansando, disfrutando de la playa y del mar.
Sanyang Beach a diferencia de Senegambia es más tranquilo y
menos turístico. Están los 4 sitios para dormir y algo para comer y poco más.
Lo más estresante era lidiar con los Rastas,,, los chicos
que vivían por la playa en busca de turistas para intentar "sacarles" dinero,
vendiendo zumos, cosas varias, maria y cerveza,,, los buscavidas del lugar... Te entran
con amabilidad, pero cuando lo hacen por muchas veces a lo largo de un día te cansan
bastante!
La playa de Sanyang es tranquila, el mar es bastante
limpio. Este también es uno de estos mares que caminas y caminas y no bajan…
Básicamente lo que hacíamos era dormir, comer arroz con
pollo o pescado, tomar sol y bañarnos,,, observar los pájaros y los cangrejos
en la arena.
Un amigo del Kajamor, Yahya, nos prestó-alquiló un par de
bicicletas, les dimos 100 Dalasi (aprox. 2€) por cada una. Por la mañana
después de desayunar nos encaminamos hacia el sur.
Para llegar a la frontera teníamos que recorrer más de 25 kilómetros.
Para llegar a la frontera teníamos que recorrer más de 25 kilómetros.
La arena con marea baja estaba compacta y se podía circular
sin problemas.
A unos 3 km del lodge había un río que entraba en el mar,,, con marea baja pudimos pasarlo en bicicleta.
Recorrimos muchos kilómetros por la playa, una playa donde no había nada ni nadie,,, solo aves…
Como en Senegambia me pareció increíble que siendo una playa salvaje no fuera sucia de los restos de las mareas.
El día estaba muy soleado, pero a la orilla del mar y en bicicleta la brisa te refrescaba.
A unos 3 km del lodge había un río que entraba en el mar,,, con marea baja pudimos pasarlo en bicicleta.
Recorrimos muchos kilómetros por la playa, una playa donde no había nada ni nadie,,, solo aves…
Como en Senegambia me pareció increíble que siendo una playa salvaje no fuera sucia de los restos de las mareas.
El día estaba muy soleado, pero a la orilla del mar y en bicicleta la brisa te refrescaba.
Después de unos 15 km llegamos al pueblo de Gunjur. Aquí coincidimos con la llegada de cayucos de pescadores que descargaban su cargamento.
Seguimos y nos cruzamos con una Mezquita a la orilla de
la playa. Por lo visto es una mezquita bastante importante en la zona. Aquí estuvimos
hablando con el Imán un rato.
Era temprano y decidimos seguir con el recorrido hasta el
siguiente pueblo, Kartong, pueblo que fronteriza con Senegal.
La playa seguía siendo desierta, de vez en cuando había algún Eco Lodge que se asomaba a la orilla.
El calor se hacía cada vez más intenso,,, casi no quedaba agua… después de unos 10 km llegamos a la altura del Kartong, pero no habían caminos visibles que llegaban al pueblo. Mirando el Gps vimos que había una carretera cerca de la frontera y nos dirigimos hacia ella. Pero nos encontramos con otro río,,, esta vez más grande, con la bicicleta al hombro conseguimos cruzarlo.
Por fin encontramos la carretera que llevaba hasta Kartong. Pasamos por el último puesto de control de la policía antes de la frontera y nos dejó pasar sin problemas… Llegados a Kartong encontramos una tienda con agua fría,,, un alivio… Pero los restaurantes estaban cerrados. Compramos unos plátanos, lo único que había.
Después de un corto descanso empezamos el camino de vuelta. Estábamos bastante lejos de casa y teníamos el culo roto por los sillines de las bicicletas. Nos quedaban más de 25 kilómetros para volver.
La playa seguía siendo desierta, de vez en cuando había algún Eco Lodge que se asomaba a la orilla.
El calor se hacía cada vez más intenso,,, casi no quedaba agua… después de unos 10 km llegamos a la altura del Kartong, pero no habían caminos visibles que llegaban al pueblo. Mirando el Gps vimos que había una carretera cerca de la frontera y nos dirigimos hacia ella. Pero nos encontramos con otro río,,, esta vez más grande, con la bicicleta al hombro conseguimos cruzarlo.
Por fin encontramos la carretera que llevaba hasta Kartong. Pasamos por el último puesto de control de la policía antes de la frontera y nos dejó pasar sin problemas… Llegados a Kartong encontramos una tienda con agua fría,,, un alivio… Pero los restaurantes estaban cerrados. Compramos unos plátanos, lo único que había.
Después de un corto descanso empezamos el camino de vuelta. Estábamos bastante lejos de casa y teníamos el culo roto por los sillines de las bicicletas. Nos quedaban más de 25 kilómetros para volver.
Más frescos seguimos el camino de vuelta. Pero no
habíamos comido nada,,, y las energías aflojaban. Encontramos un puestito de
unos rastas que nos prepararon un zumo de pomelo… Nos regeneró! Descansamos un
poco allí, pero no teníamos mucho tiempo, nos quedaba mucho camino y había que
llegar antes de la bajada del sol.
La marea estaba alta y las bicicletas ya no circulaban
con facilidad, además estábamos cansados. Llegamos a Gunjur,,, tuvimos que
bajar de las bicicletas y empujar, nos hundíamos demasiados.
Después de recorrer unos kilómetros empujando montamos
otra vez…
El camino de vuelta parecía no terminar nunca. Cuando
vimos el río antes de casa nos alegramos… estábamos muy cansado. Pero la marea
estaba alta. Tuvimos que pasar el río con las bicicletas en los hombros, el
agua llegaba a la cintura.
Nos quedaban los últimos 3 km,,, lo más largos! Pero llegamos
10 minutos antes de que se hiciera de noche. Lo conseguimos! Recorrimos más de 50
kilómetros. Salimos sobre las 9.30h de la mañana y volvimos sobre las 19.00h.
El último día antes de partir fuimos a otra escuela en
Sanyang a entregar más material escolar.
El Kajamar Lodge Hotel nos invitó al camino de vuelta al
aeropuerto, no nos cobraron nada. Gracias chicos.
Aquí termina la aventura en Gambia, un país muy tranquilo
para visitar.
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