Etapa 7
Ulán Bator (Ulaanbaatar) es la capital del decimonoveno
país más grande del mundo y es la mayor ciudad de Mongolia. Ulán Bator está en
un valle a 1350 metros de altura. Lo increíble es que en ningún momento tienes
la sensación de estar a esta altura. Parece estar en una llanura a nivel del
mar. En Mongolia hay unos 3 millones de habitantes y un 40% vive en la capital Ulán
Bator. El resto del país está básicamente vacío. La ciudad es bastante caótica y estéticamente fea. Por sus calles se
mueve un tráfico caótico, muy ruidoso y se respira un aire contaminado. Los
coches se mueven con reglas propias y parece que el freno y la pita son la
misma cosa. La población tiene rasgos orientales mezclados con occidentales.
Después de la colonización Rusa se introdujo el alfabeto cirílico con una fonética
propia. La antigua o tradicional escritura mongola se puede encontrar en los antiguos
documentos y en los monasterios. El sonido del idioma Mongol parece una mezcla entre ruso y turco
con algún sonido chino. En Ulán Bator se pueden ver por las calles gente de
todo tipo. Personas vestidas con los típicos trajes tradicionales y personas con
ropa más moderna. Sobre todo las mujeres van muy bien vestidas y con
tacones a lo Ruso.
Después de cambiar dinero nos encaminamos a visitar el Templo Monasterio más importante de Mongolia, el Gandantegchenling Monastery. Entrada 3500 Tugrik.
Sobre las 6:30 h de la mañana llegamos a la estación de
Ulán Bator (Ulaanbaatar). Por última vez cambiamos de zona horaria. Aquí había
1 hora menos respecto Irkutsk (+4 horas desde Moscú).
Nuestro hostel, Hostel Zaya, nos mandó un taxi a
buscarnos.
Llegados al hostel desayunamos y nos dieron nuestra
habitación. El Hostel Zaya estaba bastante bien, limpio y el personal era amable.
Unas vez alojados nos preparamos para salir a conocer la capital de Mongolia,
Ulan Bator. En el hostel nos avisaron de tener mucho cuidado en la ciudad porque
había muchos carteristas. De tener cuidado con la cámara de fotos y objetos de
valor. Nos extraño mucho el comentario, de todas formas salimos con cuidado
como siempre… aunque al final no nos pasó nada y ni tuvimos la sensación de estar en peligro.
Animales que se ayudan para conseguir algo. Símbolo del Budismo |
La ciudad tiene barrios más modernos con edificios rascacielos
de cristal, barrios con edificios estilo soviético y barrios de tradicionales Yurtas
mongolas. Es una ciudad tan extraña y pintoresca que después de moverte un
tiempo en ella te acostumbras y te fascina por sus diversidades.
Salidos del hostel fuimos a cambiar dinero. No hay muchos
cajeros en la ciudad donde puedes usar tarjetas internacionales, así que en un
principio cambiamos dinero en un banco. Al cambio 1€ equivale a aprox. 1690
Tugrik. Al parecer en Mongolia no tienen monedas, tienen solo billetes de
papel. La respuesta a la pregunta del porque no tienen monedas, fue que las
monedas pesan cuando hay que moverse... (es un pueblo de cultura nómada).
Después de cambiar dinero nos encaminamos a visitar el Templo Monasterio más importante de Mongolia, el Gandantegchenling Monastery. Entrada 3500 Tugrik.
El Monasterio se divide en varias zonas. Hay varios
edificios donde viven, rezan y comen los monjes y luego está el gran Templo
donde está la estatua de un enorme Buda. El Budismo es la religión oficial de Mongolia.
Primero fuimos a visitar la zona de los monjes, bastante
interesante, y luego fuimos al Templo.
Había bastante gente en su interior, y mucha gente
vestida con trajes tradicionales mongoles.
En el interior del Templo los turistas extranjeros tienen
que pagar si quieren sacar fotos. Aunque si tienes cuidado y consigues que no
te vean puedes robarles unas fotos.
El Buda de Oro del interior del templo es una réplica del
original que destruyeron los rusos en el momento de colonizar Mongolia. El Buda
tiene una altura de 26 metros, está hecho de bronce recubierto de láminas de
oro. Las paredes de la construcción estaban muy cerca del Buda y daba la
sensación que estuviese atrapado en una prisión de madera. Una vez dentro nos
quedamos un buen rato admirando al Buda. La atmósfera, las luces, los colores, su majestuosidad
te hacía sentir bien, era una sensación muy agradable, una energía muy
positiva.
Una vez visitado el Monasterio de Gandantegchenling, nos
dirigimos a buscar un lugar para comer. Fuimos a comer en un restaurante
vegetariano, Luna Blanca, muy rico, reproducen los platos típicos Mongoles y en
lugar de echarle carne le echan soja. Para no perdérselo.
Terminada la comida, seguimos nuestro paseo hacia la Plaza
central de Ulán Bator, la Plaza Sukhbaatar. La plaza me impresionó bastante por su
tamaño, además de la arquitectura que la rodea. Visto el resto no me esperaba
encontrarme con una plaza así.
Aquí está la estatua del Gengis Kan, fundador e
imperador del imperio contiguo más extenso de la historia.
Una vez terminado el rápido recorrido de la ciudad, creo
que no hay mucho más que ver, volvimos al hostel.
Teníamos que prepararnos para
el Tour de 4 días por el interior de Mongolia.
El Tour lo contratamos con la agencia Khongor. En esta
temporada, Octubre, ya muchas de las empresas que organizan tours están
cerradas. Las condiciones climáticas de otoño son bastantes inciertas, además
los turistas son pocos. En un principio organizamos el tour con un chico
chileno, Jaime, que conocimos en un tramo del transiberiano. Quedamos en encontrarnos en Ulán Bator para hacer el tour por Mongolia juntos y así dividir
gastos. El tour con 3 personas de 4 días y 3 noches por Mongolia, durmiendo con
familias en yurtas tradicionales, con conductor, guía y comida nos salía 40€
por día y por persona.
Organizado el tour nos quedaba una última preocupación. Teníamos que
comprar el billete del Transmongoliano con destino Beijing, nuestra última
meta. El problema estaba en que el tren pasaba solo los domingos, y no se podía
comprar el billete con antelación. Había que esperar el sábado por la tarde,
cuando Moscú confirmaba los pasajes libres que quedaban. Era una lotería, si
había espacio podíamos seguir hacia Beijing si no, teníamos que buscarnos otro
medio de transporte para llegar hasta allí. Sin comernos mucho más el coco nos
olvidamos del problema y seguimos disfrutando del viaje por Mongolia, ya en
caso, nos buscaríamos una solución cuando llegara el momento.
Al día siguiente empezábamos el tour.
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