Mongolia, hacia el Mini Gobi. Transmongoliano

Etapa 8
Primer día del Tour por Mongolia.
La furgoneta 4x4 de la agencia Khongor Tour nos pasaba a buscar a las 9:00 de la mañana al hostel. Desayunamos y luego salimos a cambiar un poco de dinero para no arriesgarnos en quedarnos sin dinero en el medio del país. Los cajeros internacionales y los bancos que cambian dinero están solo en la Capital Ulán Bator. 
Sobre las 9:00 llegó la furgoneta y por nuestra sorpresa nos dijeron que compartiríamos el tour con otras dos personas. Era una pareja de ingleses. El tour en lugar de hacerlo en 3 personas lo haríamos en 5. Sin problemas recibimos a los otros dos chicos,,, y siendo 5 esperábamos que nos hicieran un descuento sobre el precio acordado. Por precaución no pagamos el tour por completo, les dimos solo una parte del dinero.
Subimos a la furgoneta rusa 4x4, de estas que teóricamente no se rompen nunca, o por lo menos son fáciles de arreglar. Nos dirigimos hacía las afueras de Ulán Bator. Paramos en una gasolinera a llenar el depósito y unas garrafas de gasoil. En el momento de partir la furgoneta no arrancaba… tuvimos que bajar y empujar el coche. Al final arrancó y empezamos el recorrido… aunque un poco asustados de lo que nos podía esperar,,, vista la salida.


En un principio nos dirigimos hacia al Hustai National Park. Para salir de Ulán Bator tardamos más de una hora. El tráfico era muy caótico. Al final nos metimos en una larga carretera de asfalto y nos encaminamos hacia la nada. Los coches empezaron a desaparecer y cada vez estábamos más solos. El paisaje era de color canela, con hierbas bajas, nada de arboles, llanuras con pequeñas montañas y de vez en cuando grupos de yurtas. La sensación del espacio era como si hubiese desaparecido.


Las montañas podían estar a 10 km o a 100 km… No había indicaciones o señales que te podían orientar. De repente y sin ningún tipo de indicación por la carretera, nuestro chófer Oulana giró hacia la izquierda por una carretera de tierra. Es increíble como se orientan por estas carreteras sin señales, parece que sigan señales que conocen solo ellos. Además no hay solo una carretera de tierra, hay muchas que se cruzan entre ellas…


Nos encaminamos hacia el Hustai National Park. El Hustai National Park es un parque reserva donde están intentando reintroducir una raza autóctona de caballos mongoles que estaban en vía de extinción. Quedaban solo 5 ejemplares y ahora hay unos 200. Una vez dentro el parque de repente la furgoneta se rompió.


Paramos y aprovechamos la espera del arreglo para dar un paseo por las bajas montañas de la zona, el paisaje se repetía hasta el horizonte. Después de unos 10 minutos por suerte el coche arrancó otra vez. Dimos un recorrido por el parque y nos paramos en una casita donde nos enseñaron un vídeo sobre los caballos. 


Luego salimos del parque y nos dirigimos hacia nuestro destino final, el Mini Gobi. Creo que no valió la pena pasar por el Hustai Parque, perdimos mucho tiempo y más adelante vimos muchísimos caballos, el país está lleno de caballos libres. 
A mediodía paramos en una zona de restaurantes por la carretera principal. Estos restaurantes donde se paran los camioneros a comer. Cuando entramos en el “restaurante” todo el mundo nos miró con caras raras, era como si no hubieran visto nunca a un occidental. Nuestra Guía Yungei nos pidió la comida, arroz con carne y verduras, típico plato mongol, y para beber un vaso de leche de yegua con te verde en polvo y un poquito de sal. Esta es la típica bebida mongola. 
Un poco temerosos, porque beber el primer día de tour una bebida que podía perjudicarnos el resto del viaje era un poco atrevido, nos arriesgamos y lo probamos. A mí me gustó, tenía un sabor curioso. Además, más te acercabas al fondo del vaso y más aumentaba el sabor a leche salada, curioso…


Terminado el almuerzo nos encaminamos hacia el Mini Gobi. El trayecto fue bastante largo, durante todo el tour por Mongolia pasamos muchísimas horas en la furgoneta. Las distancias son enormes y por las carreteras de tierra no se puede ir muy rápido.



Sobre las 18:00 de la tarde llegamos a un campamento de yurtas. Aquí nos alojaríamos con las familias nómadas mongolas. Metieron a todo el grupo junto en una yurta. Las yurtas son redondas, en el centro tienen una estufa a leña para calentar y a lo largo del perímetro tienen varias camas. Están muy bien decoradas con los colores típicos mongoles. 


Emocionados metimos nuestro equipaje en el interior de la yurta. Nos dijeron que si queríamos podíamos ir a dar un paseo con camellos por el Mini Gobi, pero vista la hora y el frío que estaba aumentando decidimos que el paseo con camellos por el Mini Gobi lo haríamos al día siguiente por la mañana. 


Después de la cena que nos preparó Yungei, arroz con carne, dimos un paseo por la llanura, cerca de las yurtas. La luna estaba llena y se veía perfectamente. Hacía frío, pero no muchísimo. A nuestro lado estaba un grupo de camellos.


Por la noche nos acostamos sobre la cama en unos sacos de dormir que nos dio la agencia del tour. 

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