Etapa 11
Este monasterio es unos de los más antiguos de Mongolia. Gengis Kan proclamó la ciudad de Kharkhorium como capital del imperio mongol. Aquí se construyó un enorme Monasterio que llegó a contener más de mil monjes. El Monasterio está dentro de una enorme muralla de adobe.
Cuarto y último día del tour por Mongolia.
Cuando despertamos hacía bastante frío. De repente entró
la jefa de las yurtas y con una especie de lanzallamas en miniatura encendió la
estufa. Enseguida la yurta se calentó.
El día estaba estupendo, soleado y con cielo azul.
Desayunamos y nos preparamos para ir a visitar el Monasterio de Kharkhorium, el
Erdene Zum Monastery.
Este monasterio es unos de los más antiguos de Mongolia. Gengis Kan proclamó la ciudad de Kharkhorium como capital del imperio mongol. Aquí se construyó un enorme Monasterio que llegó a contener más de mil monjes. El Monasterio está dentro de una enorme muralla de adobe.
En su interior están los
varios templos budistas. Cuando los rusos conquistaron Mongolia mataron a los
monjes y se llevaron a la mayoría de las riquezas.
Hoy en día en el interior del monasterio quedan unos
templos antiguos y unos pocos monjes que viven en yurtas en el interior del
recinto de adobe.
Una Guía nos llevó a visitar los templos más sagrados.
Las construcciones eran de madera pintada con los colores sagrados del budismo
y símbolo de Mongolia.
Esto colores se pueden ver a lo largo de todo el país, en
las decoraciones de las yurtas, en los templos, y en los trajes tradicionales.
Los 5 colores que representan Mongolia son: El Azul, que
representa el Cielo; El Verde, la Tierra; El Amarillo, el Sol; El Rojo, el Fuego; El Blanco, la Leche.
En el interior de los templos había estatuas de budas y figuras de espíritus protectores.
En el interior de los templos había estatuas de budas y figuras de espíritus protectores.
Uno de los templos que visitamos tenía un estilo parecido
a los templos tibetanos.
Fue una visita muy interesante y bonita, para no perdérselo.
Terminada la visita al Erdene Zum Monastery volvimos a la
furgoneta y empezamos la vuelta hacia la capital Ulán Bator. El trayecto era bastante
largo.
El día estaba soleado y los paisajes se exaltaban aún
más.
Después de unas horas de trayecto pasamos cerca a unas
dunas de arena que podían ser otro Mini Gobi. Costeamos las dunas y pasamos al
lado de un río.
Estos cambios de paisajes eran increíbles, aunque es todo
un poco parecido, estos cambios te hacen apreciar más la belleza de Mongolia.
Entramos en un valle muy bonito, con al fondo unas
pequeñas montañas. Llegados a las montañas nos encontramos con un pequeño
monasterio, el Uvgun Khiid Monastery. Era un lugar muy especial, y la energía que se
respiraba o te transmitía este sitio era espectacular.
Había arboles, unos caballos sueltos y una serie de
pequeños templos donde poder rezar. La vista al valle era impresionante,
magnifica. Nos quedamos un rato por aquí y al final con pocas ganas de irnos
seguimos nuestro trayecto hacia Ulán Bator.
Durante la vuelta a la carretera principal nos
encontramos con un panorama magnifico. Montañas nevadas en el fondo, llanura
color canela, dunas de arena y agua del río... impresionante.
Paramos en un restaurante de carretera a comer y luego
seguimos directos hasta la capital.
Sobre las 18:00 llegamos a Ulán Bator. El tráfico de la
ciudad era asombroso. Coches por todas partes luchando entre sí. La
furgoneta pinchó una rueda y paramos a cambiarla, solo nos faltaba pinchar...
Después de 4 días perdidos en el interior de Mongolia,
sin ruidos, sin gente, metidos en la naturaleza... llegar a la caótica Ulán
Bator fue un shock y un trauma para el alma.
Por fin sobre las 19:30 llegamos a destino.
Hablamos con el jefe de la agencia Khongor que nos vendió
el tour y nos hizo un descuento sobre el precio acordado. Contratamos el tour
para 3 personas y éramos 5. Al final el tour para 5 personas, con guía y chófer,
durmiendo en yurtas con familias tradicionales y con comida incluida, nos costó 27€
por persona y por día.
Contento por el tour y con más dinero en los bolsillos de
lo que esperábamos volvimos al Hostel Zaya. Dejamos las cosas y salimos a
cenar en un sitio de comida rápida, por lo menos aquí veías lo que ibas a comer
antes de pedirlo...
Después por fin nos metimos en una ducha...
Después por fin nos metimos en una ducha...
Al día siguiente nos esperaba la parte más problemática,,,
conseguir los pasajes hacía Beijing.
Que buena pinta tiene Mongolia! Gracias Diego por compartir las fotos. Un placer ver tu video.
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