Etapa 10
Tercer día de tour por Mongolia.
Nos levantamos,,, casi no dormimos. El frío seguía...
echamos más leña al fuego. Salimos y el tiempo seguía nublado y de vez en
cuando caían bolitas de agua congelada del cielo junto con nieve. Desayunamos algo
calientito.
Por la mañana teníamos que dar un paseo con caballos por la zona de
la cascada de Orkhon, pero visto el frío que estaba haciendo decidimos no ir.
Dimos un paseo por la zona y luego nos metimos en el coche. Este día teníamos
que llegar hasta el Monasterio de Kharkhorium, uno de los más antiguos de
Mongolia. El recorrido era bastante largo.
A diferencia del día anterior la carretera de tierra ya no estaba tan nevada y helada.
Los paisajes iban cambiando, pero siempre nos acompañaban manadas de animales. Caballos, vacas, ovejas, yaks, camellos, se podían ver
a lo largo del recorrido que dimos.
Sobre mediodía llegamos al pueblo de Khujirt, donde nos paramos
a comer el día anterior. Hacía un frío terrible. Entramos en el restaurante
pero estaba lleno, así que decidimos ir a otro que estaba a unos 50 km de
allí. No había más restaurantes abiertos en este pueblo.
De repente la furgoneta se para con humo que sale del
motor. ¡Esta vez se rompió el radiador!
El chofer salió y empezó a desmontarlo. Nos mandó a buscar agua a un riachuelo que estaba por allí cerca. Cuando volvimos se
habían parado unos camiones que estaban trabajando en la zona para ayudar a
reparar el radiador.
Después de más de dos horas encerados en la furgoneta por
el frío y en la espera que se solucionara el problema pasó por allí otra
furgoneta con otros turistas extranjeros. Se pararon y por suerte tenían sitio
para nosotros 5 más la guía. Nos llevaron hasta el pueblo de Kharkhorium.
Llegamos al lugar donde estaba nuestra nueva yurta. Esta vez era más parecido a
un camping. Incluso tenían unos baños en una casita de cemento y unas duchas de pago, aunque no funcionaban.
La familia que nos acogió nos preparó el
almuerzo. No pudimos comer nada durante el trayecto. Comimos un arroz con
verduras. Los señores que nos hospedaban eran unos abuelos que estaban cuidando
de un simpático nieto con ganas de jugar.
Después de
almorzar, ya que era un poco tarde, nos quedamos en la yurta a descansar. No
nos daba tiempo ir a visitar el monasterio de Kharkhorium, el Erdene Zum
Monastery.
Antes de la tardecer llegó nuestro chófer con la furgoneta 4x4 arreglada. No entendimos bien como, pero al final la arreglaron...
Antes de la tardecer llegó nuestro chófer con la furgoneta 4x4 arreglada. No entendimos bien como, pero al final la arreglaron...
Esta vez la yurta donde estábamos era bastante grande, diría
unos 50 metros cuadrados. Estaba bien equipada con una buena estufa, 6 camas y una mesita con sillas.
El tiempo iba mejorando y ya no hacía el frío del día
anterior.
Por la noche fuimos a ver un concierto de música tradicional. El
grupo se llamaba Erdene Zuu Group, y hacían cantos guturales. El canto gutural es
un típico canto que practican desde hace siglos los pastores nómadas mongoles.
Este canto se rige por una técnica en la que un solo cantante es capaz de
emitir dos y hasta tres sonidos a la vez. Se inspira en los sonidos de la
naturaleza, el gemir de los camellos, el trote de los caballos, el silbido del
viento o el sonido del río. Una tradición vocal milenaria a la que se añade
otra rica y variada belleza de instrumentos de cuerda con ritmos imposibles.
Fue muy curioso y sorprendente.
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