Etapa 1
De Aqaba a Wadi Musa
El lugar es precioso, un angosto cañón con rojas amarillas y rojas. Todo está limpio y ordenado.
Nos avisaron que si llovía de no salir del camino principal. Son canales donde confluyen las lluvias y pueden volverse peligrosos. Y así hicimos.
Fue una experiencia emocionante, sin dudas poco usual en estos lugares y a pesar de todo, divertida. El problema ahora era que todo lo que teníamos de abrigo estaba mojado. Pasamos el resto de la tarde en la habitación intentando calentarnos y secar la ropa. En Jordania las casas no tienen calefacción.
De Aqaba a Wadi Musa
Llegamos aeropuerto de Aqaba sobre las 13.40 h.
Hicimos la cola para sellar el pasaporte y luego pasamos el control.
Si se entra por Aqaba no hay que hacer el Visado para entrar a Jordania, la únicas condiciones es que tienes que quedarte por lo menos 3 noches en el país.
Después del control hay un Money Excenge, allí cambiamos 50€ con un pésimo cambio.
Salimos para buscar el bus para ir a Aqaba, pero después de preguntar a un policía, nos dijo que ya no había buses, solo taxis.
En el Aeropuerto, los taxis tienen tarifas marcadas. Hay un tipo que los organiza y según donde vaya hay una tarifa escrita.
Para ir directo a Wadi Musa el precio era de 53 JD (aprox. 68€). Ya que no había buses, la idea fue compartir el taxi.
Casi no quedaba gente de nuestro vuelo, salimos entre los últimos y no había más aviones. Finalmente conseguimos otras dos personas para compartir.
Al jefe no le gustó que compartíamos el taxi porque los otros iban a Little Petra y no Wadi Musa. Finalmente conseguimos el taxi por 80 JD (aprox. 102€), 40 JD por cada pareja.
En Aqaba hacia buena temperatura. Empezamos el viaje por una carretera que se metía en el desierto de Jordania.
Después de un par de horas llegamos a Wadi Musa. Aquí hacia mucho frío. Estábamos casi a cero grados y con viento. Wadi Musa está a unos 900 metros sobre el nivel del mar.
Nos esperaban unos días muy fríos y con previsión de lluvia o incluso nieve.
Después de organizar el día siguiente para ir a visitar Petra salimos a dar un paseo y a comer. Afortunadamente estábamos en un bonito Hostel a solo 100 metro de la entrada del Centro de Visitantes de Petra. .
Encontramos un lugar bastante bueno para comer y con comida Jordana.
En Wadi Musa conseguimos cambiar dinero con mucho mejor cambio que en el aeropuerto.
Jordania no es exactamente un lugar barato y Petra se sales de los esquemas.
Volvimos a la habitación a descansar.
Al día siguiente nos esperaba madrugar para visitar una de las maravillas de mundo, Petra. Despertador a las 6.30.
Petra:
El sito arqueológico de Petra lo visitamos en dos días.
Día 1:
Despertador muy temprano, a las 6.30. Desayunamos y en marcha hacia la Ciudad Ancestral de Petra.
El tiempo era bastante frío y amenazaba lluvia. A las 8.00, después de comprar las entradas, empezamos el camino en el Al Siq.
La entrada de Petra para un día es de 50 JD (aprox. 64€) y para dos días, como nuestro caso, fue de 55 JD (aprox. 70€) cada uno.
A esta hora no había todavía mucha gente.
El camino en el Al Siq, el estrecho barranco que lleva al valle, es largo, pero lo recorres muy rápido.
Es impresionante caminar en el medio de estos acantilados con más de 80 metros de altura.
El lugar es precioso, un angosto cañón con rojas amarillas y rojas. Todo está limpio y ordenado.
Caminamos de prisa para llegar lo antes posible a lo que es el Tesoro de Petra.
En media hora llegamos al Tesoro.
Petra era la capital del antiguo reino Nabateo a partir del siglo VI a.c. hasta el año 64 a.c. cuando fue conquistada por los romanos. En ella residían unas 20000 personas. Era una ciudad comercial, las mejores especias e inciensos venían de aquí.
En el año 363 d.c. un fuerte terremoto destruyó más de la mitad de la ciudad y de consecuencia fue poco a poco abandonada. Hasta que en el 1812 un viajero suizo disfrazado de árabe la descubrió.
Justo cuando llegamos a la fachada del Tesoro empezó a llover. En un principio despacio, luego alternaba lluvia fuerte con más floja. Estábamos más o meno preparados para la lluvia, pero no por una lluvia persistente y fuerte.
La primera vista de la fachada del Tesoro fue emocionante.
Este era uno de los lugares donde había soñado ir desde que era pequeño. Las películas de Indiana Jones y de búsqueda de tesoros muchas veces se representaban con imágenes de Petra.
La pena fue la lluvia.
A pesar de estar en un escenario muy diferente de lo que ve la mayoría de la gente, la lluvia es bastante incómoda.
No puedes sacar las fotos cómodamente con la cámara y la visibilidad es reducida. A pesar de todo esto nos estábamos divirtiendo.
Conocimos a muchos burros resguardado en las cuevas, son animales muy simpáticos.
Caminábamos y de vez en cuando nos metíamos en pequeñas cuevas para protegernos un poco de la lluvia y del frío.
Pero esto era lo que nos había tocado y teníamos que seguir e intentar ver lo más posible.
Pasamos delante del Anfiteatro, de estilo romano tenía capacidad para 3000 personas.
Llegamos a la zona de las Tumbas. Subimos a ver la primera, pero, para llegar a las otras, con la lluvia no vimos el camino.
Nos avisaron que si llovía de no salir del camino principal. Son canales donde confluyen las lluvias y pueden volverse peligrosos. Y así hicimos.
Nos paramos en el Gran Templo, muy bonito tenía que haber sido.
Pero la lluvia cada vez era más fuerte. Después de llegar a lo que era la ciudad de Petra, nos paramos en otra cueva intentando protegernos un poco y a esperar para ver si aflojaba, pero nada. Estábamos bastante mojados.
Unos chicos se pusieron a encender un fuego para calentarse.
Finalmente decidimos volver, no paraba de llover y el camino de vuelta era largo.
Las calles empezaron a volverse ríos de agua. Todos los canales de las montañas vertían en el camino principal. Estábamos totalmente empapados.
Finalmente llegamos a Tesoro otra vez. Y vimos que el angosto Siq se había vuelto río.
Por el canal corrían también carros llenos te turistas que decidieron volver más de prisa sin mojarse demasiado.
Nosotros seguimos el camino. Saltábamos de un piedra a otra intentando mojarnos los pies lo menos posible, pero era más bien una ilusión.
Finalmente y después de 5 horas en el interior de Petra, salimos.
Fue una experiencia emocionante, sin dudas poco usual en estos lugares y a pesar de todo, divertida. El problema ahora era que todo lo que teníamos de abrigo estaba mojado. Pasamos el resto de la tarde en la habitación intentando calentarnos y secar la ropa. En Jordania las casas no tienen calefacción.
Para el siguiente día estaba previsto nieve y lluvia.
>> Petra día 2
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