Etapa 4
Seguimos con el día 5
Desde Edfu, después de 3 horas en Minivan, llegamos hasta la ciudad de Luxor, antiguamente conocida como Tebas.
Eran las 11.00 de la mañana y el calor bastante fuerte.
Nuestra primera visita fue a el Valle De los Reyes.
El Valle de los Reyes es una gran Necrópolis donde se encuentran las tumbas de los Faraones del "Imperio Nuevo" (dinastías XVIII, XIX y XX).
Ya que íbamos contra reloj, fuimos a visitar las 3 tumbas principales, en las que no había que pagar un extra para entrar.
La Tumba de Tutankamón no pudimos visitarla.
La Tumba de Tutankamón no pudimos visitarla.
La primera tumba fue la del Faraón Merenptah.
Entras en un túnel lleno de jeroglíficos hasta que al final encuentras la tumba del faraón.
Es impresionante ver los jeroglíficos y su estado de conservación.
Un guardia de seguridad nos pidió una propina para poder bajar a zonas "prohibidas" y ver por dentro el sarcófago. Solo por la emoción de lo prohibido lo hicimos, aunque realmente había muy poco.
Salimos de la tumba y entramos en la del Faraón Ramsés IX.
El estado de conservación era impresionante. La calidad de las incisiones, y de los colores me dejaron boqui abierto. Creo que fueron los mejores de los que vi en el valle.
La última tumba fue la del Faraón Ramsés IV.
Esta también impresiona por sus colores y jeroglíficos.
Salimos del Valle de los reyes y nos dirigimos al Templo de Hatshepsut.
El sol era muy fuerte y hacía mucho calor. No quiero ni imaginar el que podría hacer en verano.
El templo de Hatshepsut está excavado en la roca y tiene variaos niveles escalonados, dando la sensación de tener forma de pirámide.
Una larga rampa te lleva al primer nivel y después de pasar un pórtico con terraza, entras en el templo dedicado a esta Reyna Faraona, la cual se cree que reinó durante 20 años con puño de hierro.
Como siempre en su interior había varias habitaciones dedicadas a diferentes dioses y muchos jeroglíficos.
Salimos del Templo y nos dirigimos hacia Luxor, pero antes paramos a ver los Colosos de Memnón.
Son dos gigantescas estatuas que representan al Faraón Amenofis III.
Son dos gigantescas estatuas que representan al Faraón Amenofis III.
Terminada la visita nos dirigimos hacia Luxor y al Templo de Karnak.
Karnak está en lo que era la antigua Tebas.
El Magnifico Templo de Amón-Ra en Karnak, es el templo más grande y espectacular del antiguo Egipto. Es una maravilla pasear por su interior.
La entrada está precedida de un camino para dioses, delimitado por una avenida de esfinges con cabeza de carnero, símbolo de de Amón.
Se cree que en la construcción de este magnifico templo contribuyeron 30 faraones.
Después de las Pirámides de Guiza, es el complejo más importante y más visitado de Egipto.
La única forma de comprender su espectacularidad es caminar dentro del complejo.
A pesar de la cantidad de visitantes, el lugar emana mucha paz y tranquilidad.
La cantidad de incisiones, jeroglíficos y los colores que muchos aún conservan, te deja impresionado.
Te podrías sentar durante horas admirando esta obra de arte.
Terminada la visita nos llevaron a ver un mercader de perfumes, había que hacer tiempo...
Comentamos que queríamos ver el Templo de Luxor con luz de día y nos dijeron que durante la atardecer era más bonito.
Al final llegamos un poco más tarde de la puesta del sol.
El Templo de Luxor está situado en el corazón de lo que era la antigua Tebas.
También este templo estaba consagrado al Dios Amón-Ra.
El Templo de Luxor está unido al Templo de Karnak por lo que era una avenida bordeada por 700 esfinges con cabeza de cordero.
Este templo también es muy bonito, aunque Karnak se lleva la palma de oro.
Pensábamos haber terminado un día tan largo, cansino y con demasiada información al mismo tiempo, pero no. El barco aún no había llegado al puerto, eran las 19.30 y el programa decía que quedaba el paseo en calesa por Luxor. Así que tuvimos que ir.
Luxor se ve una ciudad más rica, el turismo aporta mucho dinero y se ven tiendas en condiciones, gente mejor vestida y caballos mejor alimentados.
Por fin sobre las 21.00 horas llegamos al barco, para la última cena de un crucero que no hicimos.
Al día siguiente nos esperaba otro madrugón para volver a El Cairo.
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