Etapa 19
Por la mañana tempranito fuimos a la Estación de Trenes
de Kandy para comprar los billetes para ir a Ella. No nos permitieron
comprarlos con antelación, así que tuvimos que estar allí antes de las 8.00h de
la mañana del mismo día para ver si había sitio en el tren.
Conseguimos nuestros billetes en segunda clase, pero sin
asiento asignado. Como nosotros había mucha más gente. El billete costó 240SRp
(aprox. 1.60€).
Hay un tren que sale a las 8.40h y otro que sale a las
11.05h. Nosotros queríamos subir al primero para poder disfrutar del día y
llegar a Ella a una hora no demasiado tardía y así tener tiempo de ir a buscar
una Guest House con más tranquilidad.
Este trayecto en tren, de Kandy a Ella, es uno de los más
bonitos de Sri Lanka.
Es un recorrido de 158 kilómetros, unas 6.30 horas, a lo largo de las tierras altas, las Hightlands.
La estación de Kandy no es muy grande, una vez comprados
los billetes nos dirigimos al andén 2 y nos preparamos para subir al tren con
la esperanza de encontrar un asiento, no sólo eso, un buen asiento cerca de una
ventana para poder admirar el paisaje con tranquilidad y sacar buenas fotos.
La subida al tren fue al estilo de la ley del más fuerte
para conseguir un lugar cómodo en el tren.
Había vagones de segunda y de tercera clase. Los de
tercera son grupos de asientos de 6 personas, mientras que los de segunda son
asientos de 2 personas.
Con las mochilas, y empujando por aquí y por allí,
conseguimos dos fantásticos asientos, al ladito de una gran ventana.
Había oído que en este trayecto el tren tenía un vagón panorámico,
pero no fue el caso, nuestro ten no lo tenía.
Con unos minutos de retraso el tren empezó a caminar con
toda la tranquilidad del mundo.
Con solo salir de Kandy se pudieron ver los campos de
cultivos y la selva. En Sri Lanka hay verde por todas partes.
El tren que nos tocó era un poco más moderno y cómodo que
el que cogimos para ir de Colombo a Anuradhapura.
Durante el largo recorrido pasamos por muchas aldeas y
pequeñas estaciones de Sri Lanka. Pudimos ver la gente local más auténtica. La
vida en los campos.
En la primera parte pasamos por zonas de arrozales, luego
empezamos a entrar en la zona más montañosa y aparecieron las cientos de plantaciones
de té.
Es aconsejable buscar un asiento al lado derecho del
vagón, las vistas son mejores.
El tren se movía con tranquilidad por las montañas, los
colores de los campos y montañas contrastaban con el cielo azulado y las
pequeñas nubes blancas.
Poco a poco el clima fue cambiando, cada vez subíamos más
en altura y nos metíamos en el mar de nubles de las tierras altas. La
temperatura de repente empezó a bajar y llegó el frío.
Tuvimos que abrigarnos…
La vegetación fue cambiando y
pasamos por zonas de pinos.
De vez en cuando se veía a trabajadores de la línea de
tren o campesinos haciendo sus tareas.
Sobre las 15.30h llegamos al pequeño pueblo de Ella, en
las altas montañas.
Este recorrido en tren valió la pena hacerlo, el tren es
muy relajante y fue muy bonito ver los cambios de paisajes.
Una vez llegados a la estación nos encaminamos hacia Ella
a buscar un lugar para dormir. La estación está a 200 metros del pueblo, no
vale la pena coger un tuc tuc.
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