Etapa 60
Llegamos a Pangandaran sobre las 18.00h, ya era de noche.
Desde la pequeña estación de buses con una mototaxi llegamos al pueblo de
Pangandaran, coste 10mil Rupias (aprox. 6.6€). Para entrar al pueblo hay que
pagar una tasa de entrada de 7000 Rupias (aprox. 0,46€), pero nuestras
mototaxis no se pararon en el puesto de entrada y nos ahorramos ese dinero. Al
parecer aquí en Java hay que pagar por todo, hasta para entrar en un pueblo.
Estábamos en la última semana de Ramadán y vacaciones de
los indonesios, encontrar un lugar para dormir era complicado,,, pero al final
encontramos uno a buen precio.
Pangandaran en un principio tenía que ser un lugar de
paso para luego ir al pequeño pueblo de Batukaras, pero todos los lugares
estaban llenos y decidimos quedarnos donde estábamos.
Pangandaran es principalmente un lugar de turismo local,
la playa es grande pero bañarse es complicado por las grandes olas y
corrientes, es principalmente un lugar para surferos.
La mejor playa de Pangandaran y el único lugar interesante
del pueblo es la playa del parque natural, en una pequeña península. Para
llegar puedes coger un barco, te piden 20mil Rupias (aprox. 1,3€) por llevarte,
pero si la marea está baja puedes llegar caminando colándote en el parque. Es
una playa donde te puedes bañar sin problemas de olas, con arena blanca y mar
cristalino y puedes protegerte del sol fuerte bajo la sombra de los árboles,,, siempre
teniendo cuidado con los monos que van a por las bolsas.
Para ir a visitar el pueblo de Batukaras alquilamos una
moto, coste 50mil Rupias (aprox. 3,3€), una de las más baratas que alquilamos
últimamente. Batukaras está a 35km de Pangandaran, la carretera para llegar es
bastante buena.
Antes de Batukaras nos paramos a visitar el Green Canyon. Para
entrar hay que alquilar un barco que cuesta 150mil Rupias (aprox. 10€), pero
también lo puedes compartir con otras personas, y nosotros lo compartimos con
una familia indonesia así que nos costó la mitad, además pasamos un día
divertido con la gente local.
Con el barco navegamos por un río rodeado de vegetación
hasta llegar al punto de entrada del maravilloso cañón.
El barco se paró y nos
bañamos en el río que atravesaba el cañón rodeado por unos paisajes
impresionantes, altas paredes de rocas, con agua que caía a nuestro alrededor,
verde por todas partes, además el agua del río no estaba fría y te podías bañar
sin sufrir mucho. El agua estaba cristalina, te daban ganas de beberla. Nos
quedamos casi una hora nadando por el canal, fantástico, la pena como siempre
fue no tener una cámara acuática para intentar inmortalizar estos paisajes tan
hermosos.
En esta ocasión me arrepiento de no haber hecho el tour
de canyoning que organizaban en la Guest House, por lo poco que vi en el cañón
seguramente vale la pena hacerlo.
Con el barquito volvimos al punto de entrada y seguimos
con el recorrido hacia el pueblo de Batukaras, que está a pocos kilómetros del
cañón. Para entrar a Batukaras hay que pagar una tasa de 3500 Rupias (aprox. 0,23€).
Batukaras es un pueblo de pescadores con una pequeña
playa de arena negra, es un fantástico lugar para aprender a surfear ya que hay
olas largas y no muy fuertes.
Aquí nos quedamos unas horas antes de volver a
Pangandaran.
Desde Pangandaran tuvimos queirnos antes de lo previsto
ya que todos los lugares estaban reservados y los hoteles doblaban los precios
por la temporada de vacaciones indonesias. El último día del Ramadán es como si
fuera nuestro día de Navidad o el primero de enero, todo está cerrado, hay
menos medios de transportes y los que hay suben los precios.
Nos despertamos por la mañana muy temprano para intentar
coger el bus lo antes posible, a las 6.30h ya estábamos en la estación. La idea
era llegar al pueblo de Wonosobo para luego subir a la meseta de Dieng. Para
llegar a Wonosobo nos dijeron que había tres opciones:
La primera ir al pueblo
de Cilacap y desde allí coger un bus directo a Wonosobo.
La segunda ir al
pueblo de Purwokerto y desde allí un bus a Wonosobo.
La tercera ir al pueblo de
Sidarayo desde allí coger un tren hacia Kutoarjo y luego un bus a Wonosobo.
También nos avisaron de que iba a ser complicado llegar en estos días de
vacaciones nacionales. Cuando llegamos a la estación nos dijeron que los buses
hasta estos lugares no salían por lo menos hasta las 10 de la mañana y una
opción era ir a Banjar desde donde salía un bus directo a Wonosobo, decidimos
intentarlo, el billete lo conseguimos por 40mil Rupias (aprox. 2,6€), tres horas.
Cuando llegamos nos dijeron que por las fiestas no había buses directos a
Wonosobo hasta las 7 de la tarde, así que tuvimos que coger uno hacia
Purwokerto, lo que habíamos hecho no sirvió de nada. Cogimos el bus por 50mil
Rupias (aprox. 3,3€) y en tres horas llegamos a Purwokerto. Por fin desde allí
conseguimos coger el bus directo a Wonosobo, coste 40mil Rupias (aprox. 2,6€),
tardamos más o menos 4 horas, pero por fin conseguimos llegar, y aún de día.
Fuimos a una Guest House, que estaba llena, pero nos recomendó una casa particular
de un chico local muy bonita, acogedora con terraza y vistas a los arrozales,
además de una cocina que podíamos utilizar…
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