Etapa 14
Desde Chennai (Madrás) India, volamos hasta nuestro nuevo
país a explorar, Sri Lanka.
Llegamos por la mañana al aeropuerto de Colombo con dos
horas de retraso.
Desde aquí el bus número 187, que está justo a la salida,
nos llevó en 1.30h cerca de la Estación de Trenes, Colombo Fort (coste 120SRp,
aprox. 0,8€).
La idea era llegar a la antigua capital de Sri Lanka,
Anuradhapura, el mismo día de llegada.
Había un tren por la mañana a las 11.00h, uno a la 1.45h
y otro a las 15.45h.
El bus nos dejó a unos 200 metros de la estación. Llegados
a la estación fuimos a comprar los billetes.
Sin problemas ni colas compramos nuestros billetes de
tren en segunda clase (coste 450 SRp, aprox. 2.95€).
La primera impresión de Sri Lanka fue muy positiva. Todo
era mucho más tranquilo respecto a la India, el tráfico no era tan caótico, la
gente amable y sonriente, las calles limpias…
Probablemente después de la India cualquier cosa está
mejor.
La estación de Colombo Fort no era muy grande y las cosas eran más organizadas.
Esperamos nuestro tren y puntualmente partió.
Los trenes en Sri Lanka son más arcaicos respecto a la
India, pero muy pintorescos.
El trayecto en tren hasta Anuradhapura duró unas 4 horas.
Los paisajes eran completamente diferentes a lo que estábamos acostumbrados. Estábamos
en la selva, todo era verde, ya no estaba el eterno polvo en el aire, eso sí, era
más húmedo y caluroso.
Acostumbrados a los largos recorridos de la India, el
trayecto en tren hasta Anuradhapura no se hizo largo.
Llegamos por la noche y un tuc tuc nos llevó hasta
nuestra primera Guest House en Sri Lanka.
Anuradhapura es una de las capitales más antiguas de Sri
Lanka y es conocida por sus ruinas muy bien conservadas. La civilización que se
desarrolló en torno a esta ciudad fue una de las mayores de Asia. Anuradhapura
es patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En la actualidad es una ciudad sagrada para el budismo.
Para ver el centro arqueológico hay que pagar una entrada
de 25$ (aprox. 20€). Esta entrada te dura un solo día. Por la mañana alquilamos
una bicicleta y empezamos el recorrido para visitar los antiguos templos y las
Dagobas.
Empezamos por un templo que está fuera de la zona
arqueológica, el Templo de Isumunuriya Vihara, entrada 200SRp (aprox. 1.3€).
Un templo budista muy bonito.
Desde aquí pasamos por el
nuevo templo budista, donde hay un buda gigante, aquí están las residencias de
los monjes. Fue una visita interesante y fuera de lo normal, los monjes nos
miraban sorprendidos de vernos allí y no en las zonas turísticas.
Un monje nos hizo un ritual con incienso, flores de loto
e imposición de manos bajo el hijo del árbol sagrado, Sri Maha Bodhi.
Luego nos encaminamos hasta el punto de compra de tickets
de entrada. Hablamos con el policía, pero ya que era tarde decidimos entrar al
día siguiente con más tranquilidad.
Así que nos dimos un paseo en bicicleta. Pasamos cerca del
lago y por una zona del pueblo más escondida, hasta que de repente nos
encontramos con las primeras Dagobas, estas grandes cúpulas que contienen
reliquias de buda, y que los budistas rodean de izquierda a derecha para rezar.
Preguntamos donde estábamos y nos indicaron uno de los
templos del recorrido, el Ruvanvelisaya Dagoba… de alguna forma habíamos pasado
los controles de seguridad y nos habíamos colado. Entramos a ver la dagoba,
luego nos encaminamos a ver más.
Vimos unas cuantas dagobas, pero al final todas eran muy
parecidas… salimos de la zona “restringida” y decidimos que no valía la pena
pagar 25$ para ver siempre las mismas cosas, las dagobas son prácticamente
idénticas.
Me parece que se pasaron con los precios de las entradas
a los monumentos.
A parte de la zona arqueológica en Anuradhapura no hay
más cosas que ver, así que al día siguiente decidimos movernos.
Por la mañana cogimos un bus (ya que no hay trenes en
esta zona) y en 3 horas llegamos hasta Polonnaruwa, coste 155SRp (aprox. 1€).
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