Etapa 74
Llegamos a la capital de la isla sur de Nueva Zelanda,
Christchurch. El avión nos dejó en el aeropuerto a las 12 de la noche y a estas
horas no hay buses públicos que te llevan a la ciudad, así que decidimos dormir
en el aeropuerto, está permitido solo si el vuelo llega después de las 10.30 h de
la noche. Después de una noche casi sin dormir por la mañana nos fuimos a la
ciudad. El bus shuttle cuesta 8 NZ$, pero si sales del aeropuerto y caminas 8
minutos hacia la ciudad hay una parada del mismo bus que en lugar de 8 NZ$
cuesta solo 3,5 NZ$ (aprox. 2€), en 20 minutos se llega a Christchurch.
Cuando llegamos a la ciudad nos sorprendimos porque
parecía una ciudad recién salida de una guerra. Todo estaba en construcción,
había edificios medio rotos y cuando llegamos a la catedral vimos que también
estaba derrumbada.
Fuimos a desayunar y luego nos encaminamos hacia nuestra nueva casa en Christchurch. Nos hospedó una pareja de Couchsurfing (CS) y aquí nos quedamos un par de noches para organizar nuestro recorrido por las islas. Nos contaron que en el 2010 y 2011 dos fuertes terremotos destruyeron la ciudad y ahora la estaban reconstruyendo. En Christchurch no hay nada de interesante que ver, y lo poco que había se había caído, así que aprovechamos para organizar el viaje.
Los primeros tres días decidimos alquilar un coche y nos movimos a visitar la Península de Akaroa y la parte al norte de Christchurch, Kaikoura.
Solo con salir de Christchurch los paisajes eran
increíbles. Colinas verdes, cielo azul, ovejas blanca,,, Estábamos en las
tierras del Señor de los Anillos…
Cada curva, cada montaña, cada colina, cada piedra era un
paisaje digno de ser fotografiado.
Akaroa es importante y famosa por el avistamiento de
delfines, los delfines Hector, los más pequeños del mundo. Al final no fuimos a
verlos porque la excursión salía 175 NZ$ (aprox. 60€) por persona y ya habíamos
visto delfines a lo largo de nuestro viaje.
Al día siguiente nos movimos hacia el norte de
Christchurch, recorrimos la carretera panorámica Alpin Pacific Triangle. Es una
ruta de unos 200 km que llega hasta Kaikoura.
Los paisajes son increíbles, nos acercamos a los Alpes
Nuevo Zelandeses con los picos nevados.
Hay que decir que estamos al final del invierno y las
temperaturas son bastantes bajas, por la noche llega a bajar por debajo de los
ceros grados…
Kaikoura es importante por el avistamiento de Cetáceos,
ballenas, delfines, orcas, dependiendo de la temporada, además de la constante
presencia de focas.
Fuimos a dar un paseo por la península de Kaikoura, un
lugar con unas vistas impresionantes a los Alpes, uno de los pocos lugares en el mundo donde se puede ver el mar y las montañas nevadas.
A la orilla de la playa hay colonias de focas y aves marinas. Nos encaminamos por la playa, por debajo de los acantilados y entramos en la colonia de focas,,, hasta que tuvimos que salir de ella porque las focas son bastante agresivas y si te acercabas demasiado te sacaban los dientes,,, las focas eran así de numerosa que resultaba un poco peligroso seguir por el camino, así que subimos por un sendero hacia la cima del acantilado. Desde arriba los paisajes son magníficos.
A la orilla de la playa hay colonias de focas y aves marinas. Nos encaminamos por la playa, por debajo de los acantilados y entramos en la colonia de focas,,, hasta que tuvimos que salir de ella porque las focas son bastante agresivas y si te acercabas demasiado te sacaban los dientes,,, las focas eran así de numerosa que resultaba un poco peligroso seguir por el camino, así que subimos por un sendero hacia la cima del acantilado. Desde arriba los paisajes son magníficos.
Volvimos al coche y seguimos por la carretera “1” hacia
el norte hasta llegar a la Cascada de Ohau, a unos 20 minutos de Kaikoura, aquí hay un sendero que sube en el bosque, en 10 minutos llegas a la cascada. Lo más impresionante de este lugar
es que en el charco por debajo de la cascada hay focas, además de verlas en un bosque, cosa inusual. Cuando nacen las crías
suben el río hasta llegar a la cascada, tardan un par de meses.
Una vez allí se
quedan en un lugar seguro y pueden aprender a nadar, a cazar,,, las madres cada
día suben a amamantar a sus crías hasta que después de un par de meses empiezan
a bajar al mar para probar las técnicas que aprendieron en la cascada. Hay
momento que se pueden ver hasta 200 crías,,, cuando fuimos nosotros no había
muchas, se había acabado la temporada…
Desde Kaikoura volvimos a Christchurch y allí alquilamos
una caravana que nos llevaría a lo largo de Nueva Zelanda durante un mes hasta
llegar a Auckland.
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