Diez días para recorrer parte de Andalucía, El triangulo de Oro, o sea, Córdoba, Granada y Sevilla.
Llegamos a Sevilla, allí alquilamos un coche en el aeropuerto con “Amigos del auto” y nos fue genial. Alquilamos un buen coche y muy barato. Lo más curioso es que teníamos que dejarlo con el depósito vacio en lugar de lleno. ¡Mejor para nosotros!
Desde Sevilla nos fuimos en coche hasta Córdoba y allí empezó nuestra aventura.
Durante el camino nos paramos en un par de pueblitos característicos andaluces para empezar a saborear el lugar. Una vez en Córdoba dejamos el coche aparcado. En Córdoba es mejor moverse sin coche. Es una ciudad pequeña y te puedes mover sin problemas paseando por las hermosas calles que recuerdan una España de antaño, cuando aún compartía armónicamente sus espacios con las culturas moras y judías.
Probablemente el edificio más hermoso de Córdoba sea la Mezquita. Para entrar hay que pagar una tasa, pero, como en la mayoría de los edificios religiosos se pueden aprovechar las horas de culto para poder entrar gratuitamente (de 8.30 a 10.00 de la mañana).
En la Mezquita se entra por el relajante Patio de los Naranjos y desde allí se accede a la Mezquita.
Creo que en todos mis viajes, nunca me había ocurrido entrar en una Mezquita musulmana.
Fue una experiencia sorprendente. Arquitectónicamente es un edificio espectacular con espacios diáfanos y coloridos. Es enorme, con una multitud de columnas y arcos decorados con maestría por los artesanos musulmanes. Cuando estás dentro te sientes bien, te invade una energía positiva que te ayuda a relajarte. Es increíble pensar cómo en aquél periodo (siglo IX), podían construir edificios tan hermosos. La pena fue que la arquitectura musulmana se quedó atrapada en aquel periodo sin avanzar.
A la salida nos dirigimos hacia otro edificio importante, el Alcázar de los Reyes Cristianos.
El Alcázar se construyó en el siglo XIV durante el reinado de Alfonso XI. Se puede pasear por su interior y los muros, aunque creo que lo más relevante de este edificio son los jardines.
En Córdoba nos quedamos unos tres días. Aquí paseamos y paseamos por su multitud de rincones y calles estrechas. Por la hermosa blanca y florecida judería, y por la multitud de calles de estilo medieval. Nos perdimos entre sus teterías y sus restaurantes. Aquí pudimos comer la tortilla más famosa de España que la hacen en un pequeño bar al lado de la Mezquita, el Bar Santos. Es muy divertido emborracharse y pasear por las calles en las noches cordobesas.
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