Etapa 54
Desde Malasia volamos a Sumatra, Indonesia. Entramos en
un nuevo país, nueva moneda y nueva gente. Llegamos a la capital de Sumatra,
Medan. La primera impresión fue un poco como si hubiésemos vuelto a la India. Medan
es una ciudad caótica, con mucho tráfico, ruido y pitas de coches y motos,,,
las aceras rotas,,, un desastre. En Medan nos quedamos una noche y al día
siguiente con un minivan nos fuimos directamente a la jungla,,, a Bukit Lawang,
a ver los Orangutanes.
Desde Medan contratamos con nuestra Guest House el
transporte hasta Bukit Lawang, una noche en una Guest House y dos días y una
noche en la jungla para ver los Orangutanes, coste 1.005.000 Rupias (aprox. 67€).
Desde Medan tardamos 4 horas para recorrer 90 km y llegar
hasta el pequeño pueblo de Bukit Lawang, la carretera era un desastre…
Bukit Lawang es un pueblo precioso y tranquilo a orillas
del río Bahorok.
Desde aquí parten las excursiones a la jungla para ver
los magníficos orangutanes.
Pongo es el nombre científico, Orangután deriva del
malayo Orang Hutan, que significa Hombres de la Selva.
El orangután es un primate de pelo rojizo, a veces
marrón, con largos brazos. En posición vertical puede alcanzar los 2 metros (aunque
raras veces alcanza 1,75 cm), tiene una apertura de brazos de 3 metros. El
macho puede alcanzar los 120 kg de peso. Los Orangutanes son nativos de Malasia
e Indonesia.
Bukit Lawang es uno de los pocos lugares del mundo donde
se pueden ver los orangutanes fácilmente. Solo quedan alrededor de 6500/7000
orangutanes repartidos entre Sumatra y Borneo, y el 25% están en la jungla de
Bukit Lawang.
Por la mañana sobre la 9.00h salimos a la excursión con
un guía, obligatorio, y un grupo de otras 5 personas más. La jungla es densa,
pero no es tan húmeda como la de Taman Negara, Malasia. A los 20 minutos de
camino nos encontramos con el primer ejemplar de orangután del día,,, un enorme
macho.
Los orangutanes son por naturaleza seres tranquilos y pacíficos,
además muchos de los que hay por la zona son orangutanes que fueron reintroducidos,
huérfanos que el centro de protección de orangutanes de Bukit Lawang cría y luego
reintroduce en la jungla, junto a otros ejemplares salvajes.
Ver este ejemplar de macho de orangután fue emocionante. Estaba
allí a pocos metros, enorme, imponente, seguro, te miraba con indiferencia,,, y
con una agilidad impresionante, en un momento subió a los árboles, era como si
no pesara nada.
Volvimos a caminar por la jungla y después de otros 40
minutos nos encontramos con otro grupo de orangutanes, eran hembras con crías,,,
unos 5 o 6 ejemplares. Se movían por las ramas con sus largos brazos, o se
quedaban allí descansando.
Se notaba que no le tenían miedo a los hombres. Las crías
se alejaban de las madres, pasaban de una rama a otra sin miedo y al poquito
volvían con la madre.
Poco a poco se fueron alejando y nosotros seguimos. Nos
paramos a tomar unas frutas y justo cuando terminamos llegaron desde lejos,
como si volaran por las ramas otros 5 o 6 orangutanes. Verlos moverse era
impresionante. 80 kilos de peso que se movían con agilidad por ramas que
parecían no poder aguantar semejante peso…
Pasaron por encima de nuestras cabezas y siguieron de
largo.
También nosotros seguimos y al rato nos paramos a
almorzar. Después del almuerzo volvimos a caminar por la selva. Teníamos que
llegar al campamento para pasar la noche.
Y de repente el guía nos avisa de que tuviésemos cuidado
porque por la zona estaba Mina, el orangután más famoso del parque. Mina es una
hembra y tiene fama de ser bastante agresiva. Ha mordido a más de 100 personas.
El guía se acercó a ella con fruta, y desde una distancia “segura” pudimos
verla. Hasta que de repente se empieza a mover y nuestro guía empieza a decir: “run,
run”… Empezamos a correr por la jungla, hasta que Mina dejó de perseguirnos.
Sinceramente creo que esto de Mina ha sido un espectáculo
para que los turistas tengan un poco de emoción en la selva. Mina fue el último
orangután que pudimos ver. Creo que en total vimos unos 12 o 13 orangutanes,,,
fuimos afortunados.
Al campamento llegamos sobre las 15.30h, aceleramos la
llegada porque el tiempo amenazaba con lluvia y efectivamente justo cuando
llegamos empezó a llover.
Nos quitamos la ropa y cruzamos el río que cada vez se
hacía más fuerte.
En el campamento no pudimos hacer mucho porque la lluvia
no paraba de caer y era muy fuerte. Por la noche cenamos todos juntos e hicimos
unos juegos.
Cuando la lluvia terminó de caer pudimos ver unas luciérnagas
que brillaban como estrellas fugaces moviéndose por el cielo. Siempre es
emocionante ver luciérnagas… la pena fue que no pudimos ver muchas.
Al día siguiente el río estaba muy crecido y bravo por
las fuertes lluvias, y en la jungla los caminos estaban muy complicados. El
programa decía que íbamos a ver una cascada, pero no pudimos ir. Desayunamos y
sobre las 13.00h bajamos por el río encima de unos flotadores enormes enganchados
entre ellos que formaban una especie de barco. Bajamos haciendo rafting encima
de estas balsas improvisadas. Muy divertido.
En una hora llegamos al pueblo de
Bukit Lawang. La experiencia fue muy bonita, divertida y emocionante. Vimos
muchos orangutanes y también dormimos en medio de la jungla de Sumatra.
Al día siguiente nos quedamos en el pueblo de Bukit
Lawang. Es un pueblo con mucho encanto, la gente es amable y sonriente. Es un
pueblo muy autentico.
No hay mucho turistas extranjeros que pasan por aquí,
pero está lleno de turistas locales que los fines de semana vienen desde Medan
al río a bañarse. El pueblo está distribuido a lo largo de las dos orillas del
río y hay muchos puentes colgantes que unen un lado con el otro. Es un pueblo
donde es bonito estar solo por estar.
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