El Gran Cañón del Colorado, Arizona, USA. Vuelta al mundo

Etapa 88 
Desde San Diego alquilé un coche durante 8 días para ir a visitar algunos de los Parques Nacionales de Estados Unidos.
E primer objetivo llegar al Grand Canyon del Colorado, en el norte de Arizona, pero para llegar allí tenía que recorrer 950 km.


Desde San Diego cogí la autopista hacia el Norte, Los Ángeles, y una vez llegado a las afuera de LA desvié hacia el Este por la Ruta 66. 
La primera noche la pasé en un Motel de carretera de la Ruta 66, uno de estos Moteles al lado de la gasolinera que todavía huelen a cigarro a pesar que ya está prohibido fumar donde sea en US.



La Ruta 66 es la antigua ruta que recorrían los colonos americanos desde Chicago hasta Los Angeles, ahora es una ruta histórica, la antigua carretera se sustituyó por las modernas autopistas, pero se pueden recorrer tramos de la Ruta. A lo largo de este recorrido se encuentran los pueblos que todavía viven de este trayecto, gracias a los turistas que pasan a visitarlo. 



Por la mañana muy temprano empecé el segundo día de carretera, desde California entré a Arizona. La carretera pasó por el desierto, recta, casis sin curvas. Los paisajes eran planos, una línea en el horizonte, ni casas ni montañas, solo arbustos que pintaban de verde oscuro la clara tierra del desierto.


Por la tarde llegué al Rim Sur del Grand Canyon, a una altura de 2210 metros, estaba oscureciendo. Hay que decir que en esta temporada empieza a oscurecer sobre las 17.00h de la tarde, hay muy pocas horas de luz, además las temperaturas rodean los ceros grados.


Decidí quedarme a las afuera del recinto del parque y acampar, me quedé al lado de un sendero en el bosque. La noche estuvo muy fría. Por la mañana cuando me desperté el tiempo estaba nublado y empezó a nevar.
La entrada del Gran Cañón del Colorado cuesta 30 US$ (aprox. 28€) por vehículo y la puedes utilizar durante una semana en el que se puede entrar y salir todas las veces que quieres.



Cuando llegué al Centro de Visitantes el tiempo estaba horroroso, pero ya estaba allí y había que ver el cañón. Para moverte en el interior del parque hay 3 tipos de líneas de buses, Orange, Blue y Red, los tres son gratuitos y tienen una frecuencia de 15 minutos.
Cogí la línea Orange y llegué al al borde del abismo, allí estaba el famoso cañón, otro de los lugares míticos que deseaba visitar.



La primera vista te deja boquiabierto, impresionante, el Grand Canyon es un enorme agujero en la tierra,,, no hay imágenes que lo puedan representar, es demasiado grande, luego,,, sigue impresionándote por todos sus lados.



Aunque estuviera medio nevando y con mucho frío decidí recorrer un de los caminos que bajan hacia el Río Colorado. No llegué hasta abajo, es un recorrido muy largo, además estaba nevando, así que hice un pateo de un par de horas.



Cuando bajas las vistas van cambiando, además el efecto nieve y tormenta de nieve le dio un toque diferente, no mucha gente tiene la suerte o mala suerte, dependiendo de como te lo planteas, de poder ver el Gran Cañón con estas condiciones climáticas. Bajé durante casi una hora, y más bajaba y más empeoraba el tiempo, hasta que decidí volver arriba.



Una vez arriba regresé al centro de visitante y con el coche fui a a la parada de la línea Red, que te lleva al lado opuesto. El cielo se había abierto un poco. También allí el espectáculo fue impresionante. Hay un sendero que recorre el borde del cañón y puedes caminar de una parada a otra de bus.


A la hora del atardecer volví a acampar fuera del parque, la noche fue más fría aun,,, llegó a tocar los -5 grados, pero sobreviví.
Amaneció soleado, así que volví al parque para ver el Gran Cañón con otras condiciones climáticas, tuve la suerte de verlo con buen y mal tiempo.



Desde el Village cogí la carretera 64, la Desert Road, aquí se sigue el borde del Gran Cañón hacia el Este, podría decir que por la Desert Road las vistas son más espectaculares y variadas.




La carretera bordea el cañón hasta llegar al Desert View Watchtower, desde donde se ve el desierto que termina en el cañón, espectacular.



Allí salí del parque y me encaminé dirección Monument Valley, otros 100 km de carretera. Cuando sales del parque no se acaban las vistas,,, estás en el desierto, donde hay cañones, agujeros y montañas por todas partes.
No solo el Gran Cañón ha sido una barrera natural impresionante para los colonizadores, toda esta zona está llena de pequeños cañones y para rodearlos tienes que recorrer mucho.


Una vez llegado a Cameron se coge la carretera 89 hacia el norte y luego se desvía por la 160 hasta Kayena, para luego finalmente entrar en la carretera 163 la del Monument Valley.
A lo largo de camino los paisajes van cambiando, cogiendo un color más rojizo. No llegué hasta el Monument Valley, me paré antes de empezar la carretera escénica número 163.


Por la zona donde me paré descubrí una pequeña oasis escondida en el desierto, me metí por una carretera de tierra y descubrí un pequeño lago…



Por la noche  me paré en otro Motel de Carretera.
Al día siguiente empezaba el camino hacia la tierra de los Indios Navajo, el Monument Valley.




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