San Pedro de Atacama. Chile, Norte Grande.

Etapa 11
Estuvimos viajando por la Ruta 5 Panamericana toda la noche. El bus salón cama era bastante cómodo y pudimos dormir un poco. Sobre las 7.30 h entramos en Santiago.
Sobre la ciudad había como una neblina, parecía Beijing… Entramos más adentro de la ciudad y la sensación fue que la neblina disminuyera.
En la terminal de buses nos dijeron dónde coger los buses para el aeropuerto. Por la alameda pasan cada rato buses directos al aeropuerto.
Aunque parezca increíble en Santiago por la mañana no hay nada abierto para poder tomar un desayuno hasta por lo menos las 9.30/10.00 h. Así que tuvimos que entrar en un Mc Donald,,, que triste.

Ya tocaba dirigirnos al aeropuerto. El avión hacia el Norte, Calama, salía sobre las 11.30 h.
Ya dejábamos las verdes y fértiles tierras del sur de Chile para ir al norte a conocer el Desierto de Atacama, uno de los desiertos más áridos del mundo.


Llegados al aeropuerto de Calama contratamos un transporte colectivo que nos llevaba a San Pedro de Atacama, 10000$ (aprox. 13€) por persona.
En una hora y media  (106 km) llegamos a San Pedro de Atacama.
El cambio de paisaje fue impresionante. Tierra seca y piedras… nada más.


Dejar el maravilloso verde del sur de Chile fue un poco traumático. Ver este nuevo paisaje desértico, sin árboles, me dio tristeza, tenía ganas de volver atrás… Aquí nos quedaríamos 5 días antes de volver a Santiago.


En San Pedro hacía mucho calor, calor seco. El sol era abrasador. Aquí hay incluso un semáforo indicador de rayos ultravioleta,,, para que sepas la fuerza del sol y tomar precauciones.
Dejamos las cosas en nuestro nuevo hospedaje y fuimos explorando la ciudad.


San Pedro de Atacama está a una altura de 2438 metros. Está en un oasis con árboles verdes.


Por debajo de estas tierras tan áridas hay ríos que permiten, en algunas zonas, el crecimiento de vegetación. Esta es una zona rica de minerales, litio, cuarzos y cobre, y se dice que proporcionan a la ciudad una muy buena energía positiva. Y en efecto al final estuvimos muy bien en San Pedro, no obstante la falta de verde y agua.


San Pedro de Atacama no es más que un puñado de casas y calles de adobe, concentrado alrededor de una plaza arbolada.


Al lado de la plaza está la Iglesia de San Pedro de estilo colonial, construida con materiales autóctonos y artesanales. Paredes de adobo, techo de madera de cardón, un tipo de cactus, y en lugar de clavos usaron tiras de cuero.



Todo es blanco y marrón, color tierra. Había muchos turistas por las calles. Es un pueblo pequeño y la mayoría de lo que hay son hostales, restaurantes y agencias de tours. Un poco como Pucón, pero en seco.


Para poder hacer cualquier actividad hay que contratar un tour con una agencia, y aunque los precios son un poco más baratos respecto a los tours del sur de Chile, básicamente estás obligado a contratarlos para hacer algo.
Nosotros teníamos tiempo, así que decidimos tomarlo con tranquilidad y contratar un tour por día. Hay gente que hace 2 tours por día, pero me parece demasiado.


Nosotros nos alojamos en el Hostal Laskar. No está exactamente en el centro, pero en pocos minutos llegas por todas partes. En este hostal organizan tours de buena calidad y con los precios un poco más baratos respecto a las otras agencias del centro.
Por la noche en el patio de nuestro hostal solían hacer fogatas y tocar música.
En el desierto por la noche la temperatura baja bastante.



Al día siguiente nos fuimos a la excursión de la Laguna Cejar.

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