Etapa 14
La mañana la pasamos tranquilamente en el patio del hostal
y paseando un poco por San Pedro. La excursión del día la teníamos por la
tarde.
La excursión era al Valle de la Luna, una de las excursiones
más típicas de San Pedro.
Como siempre aquí, el día estaba soleado y hacía calor.
A las 16.00 h nos encontramos con los guías y los
compañeros de la excursión. Esta vez íbamos con dos furgonetas, una 15
personas representantes de 8 países del mundo. La agencia que organizó la excursión era la Tatais, de un hostal asociado con el hostal donde estábamos alojados y que estaba justo enfrente.
El Valle de la Luna está a las afuera de San Pedro de
Atacama, muy cerca del pueblo.
Está en la Cordillera de la Sal. El nombre deriva del hecho de que sus rocas poseen una gran cantidad de sulfato de calcio, lo que les da el
aspecto de estar salpicadas con sal.
Empezamos a explorar el valle por una zona de dunas de
arena. Subimos al lado de ellas hasta llegar a una zona alta donde se podía apreciar
parte del valle. Durante el camino el guía nos iba explicando un poco la
historia y geología del valle.
Los paisajes eran muy bonitos. Rocas de diferentes
colores y formas. Paredes de rocas estratificadas donde se podían ver las
varias capas de materiales y el paso del tiempo.
Después de la zona de arena fuimos a la zona de las
cuevas. Estas Cavernas eran túneles bastantes angostos formados por canales de
agua hace millones de años.
En ellos se podían apreciar las primeras formaciones de
cristales.
Las cavernas tenían unos 150 metros de largo. A veces los tunes eran bastante angostos y para pasar tenías que hacerlo casi de cuclillas.
Terminada la ruta por las Cavernas nos movimos hacia otra zona. Llegamos a lo alto de una montaña donde pudimos ver el espectacular Valle de la Muerte. Las conformaciones rocosas eran muy impactantes. Eran rocas esculpidas por los fuertes vientos, lluvias, hielo y sol.
Terminada la ruta por las Cavernas nos movimos hacia otra zona. Llegamos a lo alto de una montaña donde pudimos ver el espectacular Valle de la Muerte. Las conformaciones rocosas eran muy impactantes. Eran rocas esculpidas por los fuertes vientos, lluvias, hielo y sol.
Después de la visita al Valle de la Muerte nos
encaminamos hacia la última parte.
En la primera parte de la excursión pudimos evitar la
multitud del resto de los visitantes, pero ya era imposible. Todo el mundo
llegaba al mismo lugar para ver la puesta del sol.
Aquí estaba también la Roca del Coyote. Es una roca que
sale hacia el vacío y recuerda la roca de los dibujos de Willy el Coyote.
Nos sentamos en un balcón de rocas con unas espectaculares vistas a
la Cordillera de la Sal.
Por la circunstancias atmosféricas la puesta del sol no
resultó muy impactante, le faltaban nubes para exaltar los colores del atardecer.
Después de la puesta del sol nos reunimos con el grupo y
nos tomamos un Pisco Sour.
Aquí estuvimos un buen rato de fiesta, bebiendo y
bailando en el medio del desierto del Valle de la Luna.
La excursión fue interesante, pero lo que la hizo
diferente fue el grupo y los guías.
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