Etapa 15
Esta vez la excursión del día salía muy temprano. Íbamos
a los Géiseres de Tatio. Coste 20000$ (aprox. 25€). Nos encontramos sobre las
6.00 h. con los chicos de la agencia Tatais, la del día anterior. Las otras agencias
salen mucho más temprano, sobre las 4.00-5.00 h. de la mañana, y realmente no he entendido
porque salen tan de madrugada, no hace falta. Esta vez éramos 7 personas.
El recorrido hacia los Géiseres era de unos 100 km por una
carretera de tierra. Salimos que aún era noche, y poco a poco se fue aclarando
el día. Vimos el sol salir por detrás de Los Andes, muy bonito.
Cuando ya estábamos a una altura de unos 4000 metros nos
paramos en una pequeña laguna donde todavía había unos flamencos medio dormidos.
Salimos de la furgoneta y pudimos acercarnos bastante a ellos. Eran unas preciosas aves
color rosa…
Los flamencos se quedaron bastante tranquilos, estábamos
solos, sin la multitud de las otras furgonetas que hubieran podido asustarlos.
Volvimos a la furgoneta y seguimos por los bonitos
paisajes Andinos.
Sobre las 7.30/8.00 h llegamos a la entrada de la Reserva
de Los Géiseres de Tatio. La entrada salió 5000$ (aprox. 6.5€), carísima.
Cuando llegamos se veían en el valle un montón de
fumarolas bastante altas.
Los Géiseres de Tatio están a una altura de 4310 metros.
Es el grupo de géiser más grande del hemisferio sur y el tercero más grande del
mundo. En Tatio hay unos 80 géiseres.
El humo que se ve es el contraste de temperaturas. Como
cuando en invierno echas aire por la boca y sale humo.
Los géiseres no son de agua, en el sentido que no sale
agua expulsada arriba. Lo que se ve es solo el humo que sube debido al efecto de cambios de temperaturas.
En las
horas más cercanas a mediodía la temperatura externa no es tan baja y el humo
no se puede apreciar bien, aunque sigue saliendo.
Cuando llegamos nosotros la temperatura externa era de
unos -5 grados, frío pero no muchísimo. Esto te permitía disfrutar del lugar
sin estar sufriendo demasiado.
Después de varias explicaciones y un paseo por las varias
bocas de agua y humo nos fuimos a la furgoneta a desayunar.
En los géiseres había mucha gente, pero a la hora que
llegamos nosotros muchos tours ya se estaban marchando para volver a San Pedro,
dejando el lugar más tranquilo.
Después de desayunar te podías meter en la piscina de
agua caliente que habían construido para que la gente se pudiera bañar.
La piscina estaba alimentada por una boca de agua
caliente de unos 85 grados.
Me quité la ropa con una temperatura exterior de unos
0/-1 grados y me metí en el agua.
Me la esperaba caliente, pero no lo era mucho. Además su
temperatura no estaba equilibrada. Había zonas demasiado calientes y zonas
frías. Me acerqué a la entrada del agua para calentarme, éramos solo 4 o 5 en el
agua. No estuve mucho tiempo en la piscina porque era un poco complicado mezclar el agua para que te quedaras a gusto en ella, así que salí. La salida es el momento más
complicado, hace bastante frío fuera y estás mojado… Menos mal que llegamos más
tarde y no hacía tan frío como a primera hora de la mañana. Hay que decir que ha habido
casos de hipotermia…
En la zona estuvimos un ratito más, luego nos encaminamos
de vuelta hacia San Pedro.
Cerca de la casita de entrada a la Reserva nos
encontramos con varias Vicuñas y pudimos acercarnos mucho a ellas. Son unos animales hermosos.
En el camino de vuelta pudimos ver también una Vizcacha,
una especie de liebre de Los Andes que en lugar de correr salta.
A la vuelta paramos también en un pequeño y antiguo
pueblo andino, Machuca. Un puñado de casa de adobe.
Aquí fuimos a visitar una antigua iglesia de adobe y comimos unas empanadas típicas de la zona preparadas con carne de llama. Estaban muy ricas, el sabor es parecido a la carne de vacuno. No creo nos hayan engañado, porque por aquí es más fácil encontrar llamas que vacas…
Aquí fuimos a visitar una antigua iglesia de adobe y comimos unas empanadas típicas de la zona preparadas con carne de llama. Estaban muy ricas, el sabor es parecido a la carne de vacuno. No creo nos hayan engañado, porque por aquí es más fácil encontrar llamas que vacas…
La excursión estuvo bien, aunque los géiseres no me los
esperaba así, no me convencieron del todo.
Por la tarde descansamos. Ya era nuestro último día en
San Pedro de Atacama.
Al día siguiente dejábamos este pueblo seco y polvoroso, con mucho calor de día y fresquito por la noche. No obstante lo pasmos muy bien aquí. Hay que confesar que al final el desierto es hermoso y lleno de sorpresas.
Al día siguiente dejábamos este pueblo seco y polvoroso, con mucho calor de día y fresquito por la noche. No obstante lo pasmos muy bien aquí. Hay que confesar que al final el desierto es hermoso y lleno de sorpresas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario