El Viaducto de Gokteik. Myanmar

Etapa 4

Desde el hotel, después de un buen desayuno, un Tuk Tuk nos llevó a la estación de trenes, coste 1000 kyats (aprox. 0.55€) por persona. 
La taquilla para comprar los billetes para ir a Mandalay abre a las 8.40. Llegamos a las 8.30 por si había cola para comprarlos. Ya había gente esperando. 
Desde Hsipaw hacia Mandalay el lugar mejor para las vistas del puente de Gokteik es el lado derecho del vagón.


En el tren hay dos clases, la Ordinary y la Upper. 
En la Ordinary los asientos no están numerados y las sillas son de madera. Mientras en la Upper, los asientos están numerados y los sillones son más acolchaditos. 
Finalmente decidimos no ir hasta Mandalay, sino parar en Pyin Oo Lwin y desde allí coger un taxi hasta Mandalay, de este forma nos ahorraríamos 4 horas de viaje.



El billete hasta Pyin Oo Lwin costó en Upper Class 2750 kyats (aprox. 1.55€). 
El tren llegó puntual a las 9.20. Es increíble la puntualidad de los medios de transportes públicos de Myanmar, tienen una puntualidad británica y por lo que había oído era todo lo contrario. 
La Upper Class está en la parte delantera del tren.


Nos esperaba un viaje de 6 horas y media, la hora prevista de llegada, las 15.55.


La casualidad hizo que frente nosotros se sentara la misma pareja de alemanes que hicieron el viaje de ida con nosotros hasta Hsipaw en bus. Ya nos conocíamos y el viaje se hizo a menos.


El tren se movía bastante, saltando por un lado a otro, pero seguía seguro en su camino. 
A diferencia del bus el trayecto en general fue muy agradable y las horas de viaje no se hicieron largas. Los paisajes van cambiando y se pasa por aldeas curiosas.




Se pueden ver campos de cultivos de arroz, diferentes pueblos. 




En las estaciones donde paraba el tren, se podía ver un poco la vida de la gente local. Vendedores de comida,,, un viaje muy entretenido.







Sobre mediodía llegamos al punto esperado, el que nos hizo tomar la decisión de ir hasta Hsipaw, el famoso Viaducto de Gokteik.


Un viaducto se construyó al principio del 1900 y durante muchos años estuvo considerado el viaducto de acero más alto del mundo. Hoy en día sigue siendo el más alto de Myanmar. 
Por él pasa un solo binario que une el pueblo de Nawnghkio con el de Gokteik, en el Estado de Shan.


Es un puente de hierro con una longitud de 689 metros, y el punto más altos llega a 102 metros del suelo. Se consideró una sensacional obra de ingeniería.


Desde lejos vimos como nos acercábamos. Pasamos por un túnel y luego empezamos a recorrerlo. Todo el mundo estaba asomado a las ventanas sacando fotos y vídeos.




En pocos minutos lo cruzamos.


Sinceramente me esperaba algo más. El tren no va tan lento como creía y el viaducto está muy firme. Nada de sensación de miedo ni de vértigos. Lo pintaban como algo increíble, pero solo ha sido algo curioso y divertido.


Hubo grupos de turista que subieron en la estación anterior y bajaron después del puente. Esto lo suelen hacer los grupos de turistas que viajan "organizados" y con guía.



Nosotros seguimos nuestro recorrido hasta Pyin Oo Lwin con tranquilidad.



Cuando llegamos a destino, Pyin Oo Lwin, empezó a llover muy fuerte. Una de estas lluvias tropicales que te mojan todo en pocos segundos. 
Bajamos del tren y nos pusimos a buscar un taxi para bajar a Mandalay. 
Desde Pyin Oo Lwin hasta Mandalay hay dos tipos de transporte, taxis-bus colectivos que cuestan 2000 kyats por persona (aprox. 1.5€), que te dejan a la estación de buses y los taxis privados que te dejan en el hotel. El coste de estos es de 24000 kyats (aprox. 13.50€).  

Optamos por el taxi privado y lo compartimos con la pareja de alemanes. En una hora y media llegamos al hotel. A pesar de la tranquilidad de viajar en tren, llegamos muy cansados al hotel, salimos a comer con los chicos y organizamos el último día en Mandalay. 

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